Imagen - Vasija de Cacao - K6706 © Justin Kerr FAMSI © 2005:
Jason Yaeger
 

Revisando el Palacio Xunantunich: Las Excavaciones del 2003

Conclusiones

En concreto, me gustaría dar algunas deducciones amplias que se pueden hacer de los datos colectados por XPE.  Primero, toda la evidencia disponible apoya la hipótesis – primera enviada por MacKie – que la Plaza A-III fue donde vivieron los miembros de la familia gobernante y donde ellos interactuaron con sus súbditos. Esta deducción se apoya por la distribución del complejo y sus edificios individuales y por los artefactos y rasgos encontrados allí dentro. Lo que significa, que los datos sugieren que la Plaza A-III no era la sede para todo tipo de actividades que Simon Martin (2001) argumenta era lo que caracterizaba la corte real de un k’uhul ahaw. Por ejemplo, no hay evidencia, de especialistas artesanales. Es más eminente aún la casi total ausencia de crecimiento en las estructuras residenciales asociadas con la corte, un modelo muy distinto de lo que nosotros esperamos de un palacio ocupado por varias generaciones. Finalmente, el complejo palaciego no contiene ningún banco con "descanso de brazo" que se entienda pueda ser tronos en las tierras bajas Mayas centrales (Harrison 2001; Noble 1999). En alguna otra parte he argumentado que estas observaciones sugieren fuertemente que la Plaza A-III alojó una corte gobernante más limitada que conforma con lo se pudo esperar de una familia gobernante con ataduras cercanas y subordinadas a un reino más grande y más poderoso (Yaeger 2003; C.f. Taschek y Ball 2004 para interpretaciones diferentes de algunas de las mismas líneas de evidencia).

Cualquiera que haya sido el estado de sus habitantes de los reinos vecinos concernientes, el complejo era un lugar poderoso donde los gobernadores nuevos de Xunantunich buscaban impresionar sus súbditos y consolidad su poder. Los edificios eran grandes e inspiraban temor pero quizás y como lo más importante, eran adornados con símbolos poderosos que reflejaban las vías en los que los gobernantes de Xunantunich buscaban legitimar su posición. Los fragmentos del panel de la pared tallada hallada en 1997 demostró que ellos desplegaban conceptos de descendencia noble en el establecimiento de su autoridad. La localización del palacio en el extremo norteño poderoso cosmológicamente del sitio asoció a sus residentes con antepasados venerados y el reino celestial (Ashmore 1991). Aun más, los fragmentos de friso de estuco recobrados por MacKie y por XPE sobre la Estr. A-11 dan referencia a conceptos poderosos como la montaña sagrada witz.

Encontramos gran evidencia que confirma que por lo menos algunas de las actividades del edificio relacionó el papel del gobernador como intermediario entre el reino divino y sus súbditos. Registramos varios diseños más de graffiti grabados sobre las paredes y dos tablas patolli adicionales talladas dentro del suelo del edificio. Los tubos de atar cortinas permitieron sellar el acceso físico y visual dentro de estos cuartos. El análisis iconográfico planeado de fragmentos de estuco esculpidos de la fachada de la Estr. A-11 – muchos de los cuales tienen motivos reconocibles – podrían aclarar más las afirmaciones cosmológicas hechas por los gobernantes del sitio. Desafortunadamente, no encontramos fragmentos adicionales de monumentos que muestren jeroglíficos.

El ambiente construido del complejo palaciego creó espacios para los cinco niveles de acceso a la corte del gobernador de Xunantunich. Los movimientos de un espacio al siguiente eran altamente visibles, como si requiriera escaleras anchas ascendiendo a la vista llana espacios abiertos más grandes, y entonces desapareciendo a la vista al pasar a través de entradas estrechas. Este ambiente construido creó el potencial para estas clases de movimientos para reflejar el grado de acceso de alguien con privilegio a la corte y al gobernador en una situación contextual dada. Claramente, los arquitectos diseñaron el palacio en parte para reforzar las diferencias jerárquicas que fueron una parte clave del orden social nuevo del estado-ciudad.

Con el tiempo, este ambiente construido muestra una restricción progresiva de acceso al gobernador y de espacio para la interacción entre el gobernador y sus súbditos. El Maya bloqueó y llenó la escalera interior para el edificio superior de la Estr. A-11, la residencia privada del gobernador, cambiando acceso a la parte de atrás de la estructura. Seguidamente, bloquearon la entrada de los cuartos flanqueados y los llenaron, sellando estos espacios para interacciones privadas con el gobernador. El Maya más tarde removió el bloque de la grada en frente de la Estr. A-11, un rasgo que ha permitido la extensión de actividades sobre la terraza frontal dentro de la proximidad más cercana a la gente en la plaza. El uso del cuarto central continuó, pero más tarde también se desmanteló piedra por piedra y entonces la llenó, marcando el final de vida útil de la Estructura A-11.

Claramente, el abandono del palacio indicó transformaciones políticas al final del Clásico Tardío. La continuación de prácticas rituales sobre las Estructuras A-1 y A-6 durante la fase Tsak’ del Clásico Terminal (780-890 d.C.), el tallado de tres estelas y un altar en la fase Tsak’, y la presencia de ocupación de la fase de Tsak’ en la Estr. A-15, el acrópolis de El Castillo, y el Grupo B todo indica que el sitio permaneció en un centro político importante por varias generaciones después del abandono de la mayoría de la estructuras rodeando la Plaza A-III.  En vez de señalar el abandono de Xunantunich como argumento MacKie (1961), el desmantelamiento intencional del palacio – un evento significativo político y simbólico – se entiende como una señal de cambios políticos intensos en Xunantunich al final del período Clásico Tardío. Aunque es posible que la familia gobernante simplemente se haya movido a otra localización residencial dentro del sitio, dado la magnitud de los cambios, parece más probable que el desmantelamiento final del palacio refleje un reemplazo de la familia gobernante. El Palacio ha servido por generaciones como residencia para los gobernantes políticos y un componente integral de sus esfuerzos para establecer su legitimidad y reformar el orden social de la región no tenía lugar en el nuevo orden político Clásico Terminal, y fue abandonado, en vez de ser remodelado y rehabilitado.

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