John Pohl, LOS CÓDICES MESOAMÉRICA
de John Pohl

SITIOS ARQUEOLÓGICOS PRINCIPALES: del PreClásico al PosClásico

TENOCHTITLÁN  (alrededor de 1325 a 1521 d.C.)

En 1519, una banda de 250 conquistadores españoles se pararon en lo alto del lago Texcoco y miraron fijamente Tenochtitlán, que hoy es la Ciudad de México. Los españoles se quedaron pasmados y muchos de los soldados se preguntaban si lo que estaban viendo no era un sueño. Los veteranos más mundanos de guerras italianas compararon la ciudad con Venecia y su asombro no fue menos al encontrar semejante metrópolis "al otro lado del mundo". Por invitación del Emperador Motecuhzoma, Hernán Cortés guió a sus hombres a lo largo de la gran calzada de Tlalpan adentro de Tenochtitlán. Él después describió mucho de lo que vio en sus cartas al Santo Romano Emperador Charles V. Cortés estaba maravillado con los anchos bulevares y los canales, los templos dedicados a los innumerables dioses, así como las magníficas residencias de los señores y sacerdotes que residían con los emperadores y atendían sus cortes. Había un mercado central donde millares de personas vendían de todo desde oro, plata, gemas, conchas, plumas y piedra sin cortar, ladrillos de adobe y madera. Cada calle se consagraba a un artículo especial desde alfarería a textiles teñidos y una corte especial de jueces reforzaba reglas estrictas de transacciones. Toda clase de comida era intercambiada: perros, conejos, venado, pavo, codorniz y toda clase de verduras y frutas.

Tenochtitlán, la capital del imperio azteca, fue fundada sobre una pequeña isla localizada en las afueras del occidente de la orilla del lago Texcoco. Eventualmente la masa de tierra fue extendida artificialmente para cubrir más de cinco millas cuadradas. La ciudad fue divida en cuatro distritos. Cada distrito estaba compuesto de vecindades de barrios de tierras pertenecientes a familias llamadas calpulli, un término azteca que significa simplemente "grupos de casas". La mayoría de los calpulli estaban habitados por granjeros que cultivaban abundante maíz, fríjoles y calabaza con un sistema ingenioso llamado chinampas que consistía en levantar los campos, mientras que otros calpulli eran utilizados por alfareros calificados. Seis canales mayores corrían a través de la metrópolis con muchos canales pequeños que cruzaban toda la ciudad permitiendo viajar virtualmente a cualquier parte en barco, el medio económico de transporte principal a la isla. Los escolares estiman que en Tenochtitlán vivían de 200,000 a 250,000 personas en 1500, cuatro veces más de la población de Londres en ese entonces.

Había también tres calzadas mayores que corrían del continente a la ciudad. Éstos están atravesados por palmos con puentes levadizos que cuando se subían sellaban la ciudad enteramente para defensa. El agua fresca era transportada por un sistema de acueducto en el cual la construcción principal corría de una cascada desde una montaña llamada Chapultepec en un promontorio al oeste. Aunque los cuatro distritos tenían templos dedicados a los dioses aztecas principales, todos fueron ensombrecidos por el Gran Templo, una montaña artificial construida dentro del recinto central y cubierta por urnas duales. Una de estas se dedicó al dios tormenta Tolteca, Tlaloc y el otro al dios guerra Chichimeca, Huitzilopochtli. El recinto que lo rodeaba era una ciudad misma dentro de otra de más de 1200 metros cuadrados de templos, edificios públicos, palacios y plazas encerradas por un baluarte de defensa llamado el Coatepantli, o pared de serpiente – llamada así después de las muchas cabezas de serpiente talladas que ornamentaron su exterior.

Imagen - Figura 54

Una reconstrucción modelo del recinto ceremonial central de Tenochtitlán en el Museo Nacional de Antropología de México. Haga clic en la imagen para más detalles.

Imagen - Figura 55

Los españoles maravillados con el intercambio de mercancía en el lugar de mercado de Tenochtitlán donde se reunían alrededor de 25,000 personas diariamente. La mercancía y las ventas eran estrictamente controladas por el estado y los jueces presidían sobre todas las disputas. No había dinero "per se" pero objetos como hachas de cobre, fríjol de cacao, y capas tejidas servían como unidades estandarizadas de valor. Haga clic en la imagen para más detalles.

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