Catálago de Búsqueda de la Vasija de Efigie Zapoteca CATÁLOGO de VASIJAS EFIGIE ZAPOTECAS
 

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Introducción

Los Zapotecas, cuya antigua cultura floreció durante más de un milenio en el suroeste de Mesoamérica, han sido el tema de diversos estudios, principalmente porque su historia única nos brinda indicios sobre los orígenes de la civilización y la manera en que las sociedades urbanas evolucionaron. Como con otras antiguas sociedades, el enfoque en su historia arqueológica ha sido clave para inferir ciertos aspectos del comportamiento humano y del desarrollo cultural, tales como la tecnología, la subsistencia, el intercambio, los patrones residenciales, las tradiciones escritas y la organización política (Kowalewski et al 1989; Marcus y Flannery 1996; Winter 1989; Urcid 2001, 2005). Uno de los aspectos de su cultura material que ha recibido especial atención es la llamada Urna Zapoteca, un tipo de vasija de cerámica con efigies antropomórficas o zoomórficas adheridas. Como estos artefactos presentan una enorme riqueza iconográfica, su estudio nos ha aportado una fuente de información sin par sobre la antigua sociedad Zapoteca.

Urnas Zapotecas

La mayor parte de las urnas zapotecas está relacionada con un contexto mortuario y con las tumbas en particular, en las cuales se colocaban en distintas posiciones respecto de la estructura: sobre el techo, frente a la entrada o en nichos arriba de la entrada [Figura 1] (Saville 1904: 51), o al interior de la tumba, en la antecámara, en nichos en las paredes [Figura 2] o sobre el piso. Sin embargo, también se han encontrado algunas urnas como ofrendas relacionadas a edificaciones, colocadas debajo de pisos de estuco o en cajas secretas cerca de las características salientes de la estructura.

Las urnas tienen una altura que varía de 10 centímetros a un metro y muchas se hicieron en juegos que a veces constan de tres, cuatro o cinco piezas [Figura 3]. Casi todos los objetos de alfarería encontrados en el Valle de Oaxaca fueron fabricados con una pasta fina de color gris y muchos tienen aplicaciones de pigmento rojo [Figura 4] identificado como cinabrio o hematita (Alderson 2001; Ramick y Sellen 2002). Aunque raros, algunos ejemplares están pintados de blanco o de varios colores (policromados). La mayor parte de las urnas se encontraron vacías, pero quizá contuvieron originalmente alguna sustancia evanescente que desapareció con el tiempo. Se encontraron unas cuantas urnas con restos óseos de aves en su interior (Rickards 1938: 149; Caso, Bernal y Acosta 1967: 127), así como una vasija relacionada con una ofrenda, debajo de un templo, que estaba llena de figuras de piedra nefrita (Caso y Bernal 1952: 158). Raramente se encuentran las urnas por sí solas y pueden estar asociadas con otras formas u objetos de cerámica, tales como cuchillas de obsidiana (Caso, Bernal y Acosta 1967: 120). Además, existe un sinfín de pruebas sobre la reutilización de las urnas, dado que muchas estaban rotas o gastadas al ser descubiertas in situ.

Se han publicado estudios sobre las urnas desde principios del siglo veinte, pero, a la fecha, existe poco consenso sobre el simbolismo de las efigies y la manera en que se relacionaban con las antiguas religiones y ritos. Las primeras interpretaciones adoptaron la tesis de que las efigies representaban dioses de un complejo panteón (Caso y Bernal 1952; Boos 1966). Joyce Marcus crea una abrupta ruptura con este paradigma al cuestionar la existencia de deidades entre los antiguos zapotecas y sostener que las efigies representaban ancestros reales, ataviados en trajes supernaturales (Marcus 1983; Marcus y Flannery 1996). Las investigaciones actuales demuestran una correlación entre la lista de nombres de las entidades del calendario zapoteca y los complejos trajes y máscaras portados por las figuras que se muestran en las urnas (Sellen 2002a, 2002b; Urcid 2001, 2004, 2005). Argüimos que las entidades de las listas del calendario son similares a las conocidas en otras culturas mesoamericanas que se consideran fundamentalmente panteísticas, lo cual sugiere que puedan ser consideradas como deidades. Nuestros estudios han mostrado, en particular, que las deidades mostradas en las urnas son las mismas deidades patronas que corresponden al concepto del cosmos multinivel mesoamericano: 9 para el inframundo y 13 para el mundo celestial. Las dos series importantes de deidades patronas desempeñan un papel central en las religiones y ritos mesoamericanos y están vinculadas de manera inextricable con el cálculo y la adivinación del tiempo. En resumen, nuestra posición es que las vasijas efigie zapotecas representan ancestros que están personificando deidades representadas en el antiguo calendario.

Aunado al debate sobre el simbolismo, se encuentran las explicaciones sobre cuál hubiera podido ser la función específica de la vasija adherida a la efigie. Las primeras interpretaciones suponen que es para conservar los restos cremados (Chavero 1940: 404-405). No obstante, no existe evidencia arqueológica de que los Zapotecas cremaran a sus muertos y colocaran los restos humanos en vasijas. A la fecha, muchas de las hipótesis presentadas sobre su función carecen de información arqueológica que las respalde, por lo que continúan siendo extensiones especulativas de las interpretaciones simbólicas e iconográficas. Queda claro que para resolver adecuadamente cualquiera de estas cuestiones, es necesario considerar de manera amplia y completa toda la información disponible.

La Base de Datos

El catálogo de vasijas efigie zapotecas es una herramienta versátil, diseñada para presentar la información más actualizada sobre las urnas de manera que se relacione entre sí y sea de fácil acceso. Un catálogo de artefactos en línea es un conjunto dinámico que puede ponerse al día, corregirse y ampliarse constantemente, a medida que se cuenta con nuevos datos. Este formato permite evitar los peligros latentes de trabajos publicados anteriormente, para los cuales los errores de información se imprimieron sin corregirse y se agravaron invariablemente con la repetición de las citas.

Salvo por contadas excepciones, el catálogo utiliza dibujos a trazo en lugar de fotografías. Al dibujar un objeto, se crea un mapa mental del artefacto en la mente del ilustrador y, según mi experiencia, es la mejor manera de entender su iconografía. Las urnas de este catálogo fueron dibujadas a la vista, de colecciones de museos o copiadas de fotografías. Se dio preferencia al primer método. Se hizo todo lo posible por crear ilustraciones que reprodujeran fielmente las piezas originales, pero debo hacer hincapié en que éstas son meramente mis interpretaciones. Se eligió el dibujo a trazo como método de producción por su claridad para representar formas y por ser consistente con los métodos de otros autores, principalmente el de Javier Urcid, quien compiló una colección de más de 1,200 ejemplares de la expresión artística de los antiguos Zapotecas, incluyendo piedras grabadas, frisos en estuco y pinturas murales (cf. Urcid 1994, 2001, 2005).

Los objetos del catálogo fueron seleccionados siguiendo requisitos establecidos por mí, para mi disertación. Necesitaba, en particular, documentar los artefactos de excavaciones arqueológicas controladas, así como los que Caso y Bernal habían utilizado en su completo estudio Urnas de Oaxaca (1952) como diagnóstico para crear sus propias categorías. A esta base de alrededor de 100 artefactos, agregué muchos que nunca habían sido publicados, ampliando así mis posibilidades de análisis. Se emplearon otros criterios y seleccioné piezas que ilustraban ejemplos de glifos o habían sido fechadas con técnicas cronométricas. Al momento de redactar este escrito, la base de datos contaba con 530 registros.

Urnas Zapotecas Falsas

En casi todas las colecciones públicas y privadas de artefactos precolombinos, se siguen encontrando urnas zapotecas falsas. Por consiguiente, la mayor parte de los catálogos de arte y de museos del siglo pasado están plagados de estas creaciones. En el ámbito de la investigación, lo que se puede hacer para evitar el problema de las falsificaciones es manejar material que sólo provenga de excavaciones controladas; pero, desafortunadamente, al seguir este método, se obtiene una muestra muy pequeña para hacer comparaciones fundadas. Por ejemplo, en el estudio de Caso y Bernal (1952), sólo existen 120 ejemplares con contextos arqueológicos firmemente establecidos y, de éstas, muchas son réplicas que resultan de la antigua práctica de fabricar urnas en juegos iguales. Desde que se publicó ese estudio, las excavaciones arqueológicas han proporcionado más material, pero el grueso del conjunto continúa sin tener una proveniencia establecida y se han infiltrado falsificaciones.

Decir que estas falsas creaciones son un problema grave es subestimar la realidad. Se ha puesto en duda la validez de muchos estudios debido a su presencia. Muchos se han desmoronado rápidamente una vez que se ha probado que sus descubrimientos se basaban en formas que no existían en la Antigüedad. Por tal motivo, era necesario afrontar este dilema antes de presentar otro catálogo con el mismo problema que sus antecesores.

Por fortuna, nuestra capacidad para identificar las urnas zapotecas falsas aumentó considerablemente gracias al uso de pruebas, en varias colecciones, basadas en la técnica de la termoluminiscencia (TL, por sus siglas en inglés)[1]. Los resultados obtenidos proporcionaron una amplia muestra comparativa que puede usarse para distinguir material genuino de material falso, utilizando la primacía del ojo, de manera que no siempre se confíe en el costoso proceso de prueba. Algunas de las características que permitieron hacer la distinción fueron: la calidad de la pasta, la mano de obra en general, la presencia o ausencia de huellas de raíces en la superficie y la congruencia iconográfica general de todos los elementos. En pocas palabras, para manejar el espinoso problema de las falsificaciones en el conjunto considerado, se usó una combinación de la técnica de fechamiento correspondiente y la identificación visual, pero se requieren aún más pruebas todavía.

Explicación de los Campos

El entender cómo están ordenados los campos permitirá obtener mejores resultados al realizar búsquedas en la base de datos:

Clave (Key)

La clave de búsqueda está formada por la combinación de las siglas del nombre del instituto y el número de catálogo del objeto. Como la clave fue concebida originalmente en español, la nomenclatura puede no corresponder al nombre del instituto en otros idiomas (véase Nomenclatura). Por lo general, utilicé las primeras tres letras del nombre del instituto; por ejemplo: Museo Nacional de Antropología = MNA, más el número de catálogo del objeto: 6-000, por lo que la clave de identificación es MNA 6-000. En algunos casos, no conocía el número de catálogo del objeto, pero conocía su ubicación y proveniencia, así que la clave se volvía: MRO Tomaltepec. Cuando obtenga la información de catálogo de estos objetos, cambiaré esta designación temporal. Para los coleccionistas privados, utilicé versiones cortas de su apellido; por ejemplo: PEÑA para Peñafiel y, cuando no sabía de quién se trataba, simplemente usé CPA (Colección Particular Anónima o Anonymous Private Collection) y los numeré de manera consecutiva.

Ubicación Actual (Present Location)

Este campo constituye la última ubicación conocida para el objeto. Como los artefactos arqueológicos son comprados, vendidos, intercambiados, prestados y robados, entre museos y personas, esta sección es particularmente dinámica. Conservé las siglas MFR como la ubicación de los objetos del ahora desaparecido Museo Frissell de Mitla, Oaxaca. Hoy en día, estos artefactos están guardados en el pueblo de Mitla, bajo la vigilancia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se están elaborando actualmente planos para un nuevo museo.

Colección (Collection)

Aparece, en orden cronológico, el nombre completo del coleccionista que adquirió el objeto, seguido del año de su adquisición. En general, la fecha que aparece después del nombre del primer coleccionista es la fecha en la que se encontró la pieza. Las fechas subsecuentes se refieren a la transferencia del objeto de una persona a otra o a una institución.

Registro (Register)

Se refiere a cualquier número relacionado con el objeto, ya que, a menudo, puede contar con más de un registro y/o número de catálogo.

Procedencia (Provenance)

Por lo general, el origen de un objeto se basa en la información publicada. Para muchos de los objetos de colecciones del siglo diecinueve, pude proporcionar la información de su proveniencia gracias a los inventarios del coleccionista original. Otros casos se referían a reconstrucciones. Por ejemplo, si un objeto pertenece a una serie, pero sólo se reportó la procedencia para uno de ellos, entonces considero el mismo origen para todos los demás.

Medidas (Measurements)

Las medidas se dan en centímetros. La primera medida corresponde siempre a la altura, salvo especificación contraria; la segunda, al ancho y la tercera, al diámetro máximo.

Color (Color)

El color se refiere tanto al color del barro horneado como al de los pigmentos aplicados. Me doy cuenta que deberían haberse creado dos categorías diferentes y, en un futuro, los separaré. Para muchos de los objetos que ilustré, sólo pude ver fotografías en blanco y negro, por lo que fue imposible determinar su color.

Fase (Ceramic Phase)

La cronología para las urnas zapotecas continuará modificándose a medida que se incorpore mayor información de las excavaciones controladas. Opté por seguir la propuesta de Lind que utiliza los nombres de las fases en Zapoteca (Lind 1992) en lugar del esquema anterior de Caso y Bernal que indicaba la designación "Monte Albán" con números romanos, aunque, en ocasiones, hago referencia a esta nomenclatura anterior. Se publicó recientemente una cronología revisada que se basa en la propuesta de Lind (Winter 2004: 29, fig. 2; Urcid 2005: 5, tabla 1: 1). Sin embargo, a la fecha de este escrito, no había podido hacer todos los cambios correspondientes al catálogo. La diferencia principal en la cronología revisada se refiere a la fase Pitao (200 d.C. - 500 d.C.) que está ahora separada en dos fases: Tani (200 d.C. - 350 d.C.) y Pitao (350 d.C. - 500 d.C.), siendo Tani la etapa que corresponde a la fase de transición. En la actualidad, los objetos de esta fase doble se distinguen por adjetivos como "temprano" o "tardío". Cuando fue posible, incluí las opiniones publicadas sobre la cronología del objeto.

Referencia (Reference)

Esta categoría cita las publicaciones en las que aparece el objeto.

Comentarios (Commentaries)

Traté de mantener los comentarios al mínimo, salvo que hubiera algo inusual sobre la pieza, en términos de su historia en las colecciones, su relación con otros objetos o su iconografía.

Glifos (Glyphs)

Cuando el artefacto presenta información glífica, se indica en este campo. A veces, las urnas zapotecas tienen múltiples glifos y numerales dispersos que se refieren a los coeficientes del nombre del día, por lo que se intentó identificar estos elementos.

Fechamiento (Dating)

En muchos casos, se hicieron las pruebas de termoluminiscencia para el objeto del catálogo, pero en varias ocasiones también, los resultados no fueron publicados por sus autores. Por ello, cuando fue posible, agregué esta información como referencia.

Una nota sobre el uso de los materiales

Los materiales contenidos en este archivo están disponibles sin restricciones a todos los interesados que realicen estudios de erudición. Para poder publicar estos dibujos, se debe solicitar un permiso por escrito del autor:

Adam T. Sellen Ph.D
Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, UNAM (CEPHCIS)
Ex-Sanatorio Rendón Peniche, Calle 43 por 44 y 46, Col. Industrial
C.P. 97150, Mérida, Yucatán, México
Tel. (999) 922-8446 al 47- 48 (ext. 128)
adamtsellen@gmail.com

Los invito a enviarme sus opiniones sobre cómo mejorar la base de datos y agradeceré el envío de cualquier información o material nuevo o corrección al respecto.



Referencias

Alderson, Samantha
2001 A Technological Study of the Painted Surfaces of Zapotec Urns from Xoxocotlán, Abstract published on the internet for the American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works,
http://aic.stanford.edu/sg/osg/abstracts/ab2002/ab2002_1.htm.
   
Boos, Frank
1966 The Ceramic Sculptures of Ancient Oaxaca,
A.S. Barnes, New York.
   
Caso, Alfonso and Ignacio Bernal
1952 Urnas de Oaxaca,Memoria no. 2,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mexico.
   
Chavero, Alfredo D.
1940 México a través de los siglos. Tomo I: Historia antigua y de la conquista.
Gustavo S. López Editoriales, Mexico, D.F.
   
Goedicke, Christian, Sabine Henshel y Ursel Wagner
1992 Thermolumineszenzdatierung und Neutronenaktivierungsanalyse von urnengefassen aus Oaxaca, Baesler-Archiv, Neue Folge, Band XL: 65-86.
Berlin.
   
Kowalewski, Stephen A., Gary M. Feinman, Laura Finsten, Richard E. Blanton y Linda M. Nicholas
1989 Monte Albán's Hinterland, Part II. Prehispanic Settlement Patterns in Tlacolula, Etla, and Ocotlán, The Valley of Oaxaca, Mexico, Vol. I
Memoirs of the Museum of Anthropology no. 3
University of Michigan, Ann Arbor.
   
Lind, Michael D.
1992 Unos problemas con la cronología de Monte Albán y una nueva serie de nombres para las fases
Notas Mesoamericanas,No. 13: 177-192
Universidad de las Américas, Puebla.
   
Marcus, Joyce and Kent Flannery
1996 Zapotec Civilization
Thames and Hudson, New York.
   
Marcus, Joyce
1983 Rethinking The Zapotec Urn, in The Cloud People: Divergent Evolution of the Zapotec and Mixtec Civilizations (Flannery y Marcus, eds.): 144-148.
Academic Press, New York.
   
Ramick, Bob and Adam Sellen
2002 Analysis of pigments on Zapotec urns, unpublished study using scanning electron microscopy/energy dispersive spectroscopy (SEM/EDS).
Royal Ontario Museum, Canada.
   
Rickards, Constantine
1938 Monograph on Ornaments on Zapotec Funerary Urns, Journal de la Societe des Americanistes, Nuovelle Serie, Tomo 30 (1): 147-165.
Paris.
   
Saville, Marshall H.
1904 Funeral Urns from Oaxaca, The American Museum Journal, Vol. 4: 51-60.
New York.
   
Sellen, Adam
2002a Las vasijas efigie zapotecas: ancestros como personificadores de divinidades, unpublished doctoral thesis on file at the Central Library of the "Universidad Nacional Autónoma de México", Mexico City.
   
2002b Storm-God Impersonators from Ancient Oaxaca,Ancient Mesoamerica 13 (1): 2-19.
Vanderbilt University, Nashville.
   
Shaplin, P. D. y David Zimmerman
1978 Thermoluminescence and Style in the Authentication of Ceramic Sculpture from Oaxaca, Mexico, Archaeometry, Vol. 20 (1): 47-54.
London.
   
Winter, Marcus
2004 Monte Albán: su organización e impacto politico, in Estructuras política en el Oaxaca antiguo, Memoria de la Tercera Mesa Redonda de Monte Albán (Nelly Robles, editor): 27-59.
INAH, Mexico.
   
1989 From Classic to Post-Classic in Pre-Hispanic Oaxaca, in Mesoamérica after the decline of Teotihuacan, A.D. 700-900 (Richard A. Diehl y Janet Berlo, eds.): 123- 130.
Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Washington D.C.
   
Urcid, Javier
2005 Zapotec scribal tradition: knowledge, memory, and society in ancient Oaxaca,
published on the internet: www.famsi.org/zapotecwriting/
   
2004 Las urnas del barrio zapoteca de Teotihuacan, Arqueología Mexicana, 64 (II): 54-57.
   
2001 Zapotec Hieroglyphic Writing, Studies in Pre-Columbian Art and Archaeology, No. 34.
Dumbarton Oaks, Washington D.C.
   
1994 Un Sistema de Nomenclatura para los Monolitos Grabados y los Materiales con Inscripciones de Monte Albán, in Monte Albán. Estudios Recientes, Contribución No. 4 del Proyecto Especial Monte Albán 1992-1994, edited by Marcus Winter, pp. 53-79.
Oaxaca, Mexico.
   

Notas Final

1 - In total there have been 460 objects analysed. The TL testing has been carried out on the collections in the following Institutions:

  1. Peabody Museum, Cambridge, U.S.A., 6 objects (Shaplin and Zimmerman 1976, unpublished).
  2. Saint Louis Art Museum, U.S.A., 117 objects (Shaplin and Zimmerman 1978).
  3. Royal Ontario Museum, Toronto, Canada, 36 objects (Shaplin and Zimmerman 1978, unpublished).
  4. Musée de l'Homme, Paris, France, 24 objects (Gauthier 1978, 1980, 1982, unpublished).
  5. Musée du Cinquantenaire, Brussels, Belgium, 16 objects (Gauthier 1979, unpublished).
  6. Ethnographic Museum, Berlin, Germany, 233 objects (Goedicke et al. 1992).
  7. Museo Nacional de Antropología, Mexico City, Mexico, 1 object (Schaft 1999, unpublished).
  8. Royal Ontario Museum, Toronto, Canada, 16 objects (Martínez 2003, unpublished).
  9. Gardiner Museum of Ceramic Art, 4 objects (Martínez 2003, unpublished).
  10. British Museum, London, England (work in progress).

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