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David Bolles
 

Combined Dictionary-Concordance of the Yucatecan Mayan Language

XXXI

Vestidos y Adornos de las Indias de Yucatán.

Que las indias de Yucatán son en general de mejor disposición que las españolas y más grandes y bien hechas, que no son de tantos riñones como las negras. Précianse de hermosas las que lo son y a una mano no son feas; no son blancas sino de color moreno causado más por el sol y del continuo bañarse, que de su natural. No se adoban los rostros como nuestra nación, que eso lo tienen por liviandad. Tenian por costumbre aserrarse los dientes dejándolos como dientes de sierra y esto tenian por galanteria y hacian este oficio unas viejas limándolos con ciertas piedras y agua.

Agujerábanse las narices por la ternilla que divide las ventanas por enmedio, para ponerse en el agujero una piedra de ambar y tenianlo por gala. Horadábanse las orejas para ponerse zarcillos al modo de sus maridos; labrábanse el cuerpo de la cintura para arriba — salvo los pechos por el criar —, de labores más delicadas y hermosas que los hombres. Bañábanse muy a menudo con agua fria, como los hombres, y no lo hacian con sobrada honestidad porque acaecia desnudarse en cueros en el pozo donde iban por agua para ello. Acostumbraban, además, bañarse con agua caliente y fuego y de éste poco, y mas por causa de salud que por limpieza.

Acostumbraban untarse, como sus maridos, con cierto ungüento colorado, y las que tenian posibilidad, echábanse cierta confección de una goma olorosa y muy pegajosa que creo que es liquidámbar que en su lengua llaman iztah-te (itz tahte) y con esta confección untaban cierto ladrillo como de jabón que tenían labrado de galanas labores y con aquel se untaban los pechos y brazos y espaldas y quedaban galanas y olorosas según les parecia; y durábales mucho sin quitarse según era bueno el ungüento.

Traian cabellos muy largos y hacian y hacen de ellos muy galán tocado partido en dos partes y trenzábanselos para otro modo de tocado. A las mozas por casar, suelen las madres curiosas curárselos <56> con tanto cuidado que he visto muchas indias de tan curiosos cabellos como curiosas españolas. A las muchachas hasta que son grandecitas se los trenzan en cuatro cuernos y en dos, que les parecen muy bien.

Las indias de la costa y de las provincias de Bacalar (Bak Halal) y Campeche son muy honestas en su traje, porque allende de la cobertura que traían de la mitad para abajo, se cubrían los pechos atándoselos por debajo de los sobacos con una manta doblada; todas las demás no traían de vestidura más que un como saco largo y ancho, abierto por ambas partes y metidas en él hasta los cuadriles donde se los apretaban con el mismo anchor y no tenían más vestidura salvo que la manta con que siempre duermen (manta) que, cuando iban en camino, usaban llevar cubierta, doblada o enrollada, y así andaban.

XXXII

Castidad y Educación de las Indias de Yucatán. — Sus relevantes Cualidades y su Economia. — Su Devoción y Especiales Costumbres en sus Partos.

Preciábanse de buenas y tenían razón porque antes que conociesen nuestra nación, según los viejos ahora lloran, lo eran a maravilla y de esto traeré ejemp]os: el capitán Alonso López de Avila, cuñado del adelantado Montejo prendió una moza india y bien dispuesta y gentil mujer, andando en la guerra de Bacalar (Bak Halal). Esta prometió a su marido, temiendo que en la guerra no la matasen, no conocer otro hombre sino (era) él y así no bastó persuasión con ella para que no se quitase la vida por no quedar en peligro de ser ensuciada por otro varón, por lo cual Ia hicieron aperrear.

A mí se me quejó una india por bautizar, de un indio bautizado, el cual andando enamorado de ella, que era hermosa, aguardó se ausentase su marido y se le fue una noche a su casa y después de manifestarle con muchos requiebros su intento y no bastarle, probó a dar dádivas que para ello llevaba. y como no aprovechasen, intentó forzarla; y con ser un gigantón y trabajar por ello toda la noche, no <57> sacó de ella más que darle enojo tan grande que se me vino a quejar a mí de la maldad del indio, y era así lo que decía.

Acostumbraban volver las espaldas a los hombres cuando los topaban en alguna parte, y hacerles lugar para que pasasen, y lo mismo cuando les daban de heber, hasta que acababan de beber. Enseñan lo que saben a sus hijas y críanlas bien a su modo, que las riñen y las adoctrinan y hacen trabajar, y si hacen culpas las castigan dándoles pellizcos en las orejas y en los brazos. Si las ven alzar los ojos, las riñen mucho y se los untan con su pimienta, que es grave dolor; y si no son honestas, las aporrean y untan con la pimienta en otra parte, por castigo y afrenta. Dicen a las mozas indisciplinadas por mucho baldón y grave reprensión, que parecen mujeres criadas sin madre.

Son celosas y algunas tanto, que ponian las manos en quien tienen celos, y tan coléricas y enojadas aunque harto mansas, que algunas solían dar vuelta de pelo a los maridos con hacerlo ellos pocas veces. Son grandes trabajadoras y vividoras porque de ellas cuelgan los mayores y más trabajos de la sustentación de sus casas y educación de sus hijos y paga de sus tributos, y con todo eso, si es menester, llevan algunas veces carga mayor labrando y sembrando sus mantenimientos. Son a maravilla granjeras, velando de noche el rato que de servir sus casas les queda, yendo a los mercados a comprar y vender sus cosillas.

Crian aves de las suyas y las de Castilla para vender y para comer. Crían pájaros para su recreación y para las plumas, con las que hacen ropas galanas; y crían otros animales domésticos, de los cuales dan el pecho a los corzos, con lo que los crían tan mansos que no saben írseles al monte jamás, aunque los lleven y traigan por los montes y críen en ellos.

Tienen costumbre de ayudarse unas a otras al hilar las telas, y páganse estos trabajos como sus maridos los de sus heredades y en ellos tienen siempre sus chistes de mofar y contar nuevas, y a ratos un poco de murmuración. Tienen por gran fealdad mirar a los hombres y reirseles, y por tanto, que sólo esto bastaba para hacer cualquiera fealdad, y sin más entremeses las hacían ruines. Bailaban por sí sus bailes y algunos con los hombres, en especial uno que llamaban Naual (naual) no muy honesto. Son muy fecundas y tempranas en parir y grandés criadoras, por dos razones: la una, porque la bebida de las mañanas que beben caliente, cría mucha leche y el <58> continuo moler maíz y no traer los pechos apretados les hace tenerlos muy grandes, de donde les viene tener mucha leche.

Emborrachábanse también ellas en los convites, aunque por sí, ya que comían solas, y no se emborrachaban tanto como los hombres. Son gente que desea muchos hijos; la que carece de ellos los pedía a sus ídoTos con dones y oraciones, y ahora los piden a Dios. Son avisadas y corteses y conversables con quien (uno) se entiende, y a maravilla bien partidas. Tienen pocos secretos y son tan limpias en sus personas y en sus cosas, por cuanto se lavan como los armiños.

Eran muy devotas y santeras, y así tenían muchas devociones con sus ídolos, quemándoles de sus inciensos, ofreciéndoles dones de ropa de algodón, comidas, bebidas y teniendo ellas por oficio hacer las oirendas de comidas y bobidas que en las fiestas de los indios ofrecían; pero con todo eso no tenían por costumbre derramar su sangre a los demonios, ni lo hacían jamás. Ni tampoco las dejaban llegar a los templos (cuando hacían) sacrificios, salvo en ciertas fiestas a las que admitían a ciertas viejas para la celebración. Para sus partos acudían a las hechiceras, las cuales les hacían creer sus mentiras y les ponían debajo de la cama un ídolo de un demonio llamado Ixchel (Ix Chel), que decían era la diosa de hacer las criaturas.

Nacidos los niños los bañan luego y cuando ya los habían quitado del tormento de allanarles las frentes y cabezas, iban con ellos al sacerdote para que les viese el hado y dijese el oficio que había de tener y pusiese el nombre que había de llevar el tiempo de su niñez, porque acostumbraban llamar a los niños por nombres diferentes hasta que se bautizaban o eran grandecillos; y después que deJaban aquellos, comenzaban a llamarlos (por) el de los padres hasta que los casaban, que (entonces) se llamaban (por) el del padre y la madre.

XXXIII

Duelos. - Entierros de los sacerdotes. - Estatuas para conservar las cenizas de los señores. - Reverencia que les tributaban. - Creencia acera de una vida futura.

Que esta gente tenía mucho, excesivo temor a la muerte y lo mostraban en todos los servicios que a sus dioses hacían no eran por otro fin ni para otra cosa sino para que les diesen salud y vida <59> y mantenimientos. Pero ya que venían a morir, era cosa de ver las lástimas y llantos que por sus difuntos hacían y la tristeza grande que les causaban. Llorábanlos de día en silencio y de noche a altos y muy dolorosos gritos que era lástima oírlos. Andaban a maravilla tristes muchos días. Hacían abstinencias y ayunos por el difunto, especialmente el marido o la mujer, y decían (del difunto) que se lo había llevado el diablo, porque de él pensaban que les venían todos los males, en especial la muerte.

Muertos, los amortajaban, llenándoles la boca de maíz molido, que es su comida y bebida que llaman koyem, y con ello algunas piedras de las que tienen por moneda (kan), para que en la otra vida no les faltase que comer. Enterrábanlos dentro de sus casas o a las espaldas de ellas, echándoles en la sepultura algunos de sus ídolos; y si era sacerdote, algunos de sus libros; y si hechicero, sus piedras de hechizo y pertrechos (zaz tun). Comúnmente desamparaban la casa y la dejaban yerma después de enterrados, menos cuando había en ella mucha gente con cuya compañía perdían algo del miedo que les quedaba de la muerta.

A los señores y gente de mucha valía quemaban los cuerpos y ponían las cenizas en vasijas grandes, y edificaban templos sobre ellas, como muestran haber hecho antiguamente los que se hallaron en Izamal (Itzmal). Ahora, en este tiempo, se halló que echaban las cenizas en estatuas huecas, hechas de barro, cuando (los muertos) eran muy señores.

La demás gente principal hacía a sus padres estatues de madera a las cuales dejaban hueco el colodrillo, y quemaban alguna parte de su cuerpo y echaban allí las cenizas y tapábanlo; y después desollaban al difunto el cuero del colodrillo y pegábanselo allí, enterrando los residuos como tenían de costumbre; guardaban estas estatuas con mucha reverencia entre sus ídolos. A los antiguos señores Cocom, habían cortado las cabezas cuando murieron, y cocidas las limpiaron de la carne y después la mitad de la coronilla para atrás, dejando lo de adelante con las quijadas y dientes. A estas medias calaveras suplieron lo que de carne les faltaba con cierto betún y les dieron la perfección muy al propio de cuyas eran, y las tenían con las estatuas de las cenizas, todo lo cual tenían en los oratorios de las casas, con sus ídolos, en gran revenencia y acatamiento, y todos los días de sus fiestas y regocijos les hacían ofrendas de sus <60> comidas para que no les faltase en la otra vida donde pensaban (que) sus lamas descansaban y les aprovechaban su dones.

Que esta gente ha creído siempre en la inmortalidad del alma más que otras muchas naciones aunque no haya sido de tanta policía, porque creían que después de la muerte había otra vida más excelente de la cual gozaba el alma en apartándose del cuerpo. Esta vida futura, decían que se dividía en buena y mala vida, en penosa y llena de descanso. La mala y penosa, decían, era para los viciosos; y la buena y deleitosa para los que hubiesen vivido bien en su manera de vivir; los descansos que decían habrían de alcanzar si eran buenos, eran ir a un lugar muy deleitable donde ninguna cosa les diese pena y donde hubiese abundancia de comidas y bebidas de mucha dulzura, y un árbol que allá llaman yaxché (yax che) muy fresco y de gran sombra, que es (una) ceiba, debajo de cuyas ramas y sombra descansarían y holgarían todos siempre.

Las penas de la mala vida que decían habrían de tener los malos, eran ir a un lugar más bajo que el otro que llaman mitnal, que quiere decir infierno, y en él ser atormentados por los demonios, y de grandes necesidades de hambre y frío y cansancio y triteza. También había en este lugar un demonio, príncipe de todos los demonios, al cual obedecían todos y llámanle en su lengua Hunhau (Hun Ahau, Hum Ahau, Cum Ahau), y decían (que) estas mala y buena vida no tenían fin, por no tenerlo el alma. Decían también, y lo tenían por muy cierto, (que) iban a esta su gloria los que se ahorcaban; y así había muchos que con pequeñas ocasiones de tristeza, trabajos o enfermedades se ahorcaban para salir de ellas e ir a descansar a su gloria donde, decían, los venía a llevar la diosa de la horca que llamaban Ixtab (Ix Tabay). No tenían memoria de la resureccíon de los cuerpos y no daban razón de quién hubieron noticia de esta su gloria e infierno.

XXXIV

Cuenta del año Yucateco. - Caracteres de los días. - Los Cuatro Bacabes y sus Nombres. - Los días Aciagos.

No se esconde ni aparta tanto el sol de esta tierra de Yucatán, que vengan las noches, jamás, a ser mayores que los días; y cuando mayores vienen a ser, suelen ser iguales desde San Andrés a Santa Lucía, <61> que comienzan a crecer los días. Regíanse de noche para conocer la hora que era por el lucero y las cabrillas y los astilejos. De día, por el medio día, y desde él al oriente y poniente, tenían puestos a pedazos nombres con los cuales se entendían y se regían para sus trabajos.

Tenían su año perfecto como el nuestro, de 365 días y 6 horas. Dividenlo en dos maneras de meses, los unos de a 30 días que se llaman U, que quiere decir luna, la cual contaban desde que salía hasta que no parecía.

Otra manera de meses tenían de a 20 días, a los cuales llaman Uinal Hunekeh (u kinil uinaloob); de éstos tenía el año entero 18, más los cinco días y seis horas. De estas seis horas se hacía cada cuatro años un día, y así tenían de cuatro en cuatro años el año de 366 días. Para estos 360 días tienen 20 letras o caracteres con que los nombran, dejando de poner nombre a los otros cinco, porque los tenían por aciagos y malos. Las letras son las que siguen y lleva cada una su nombre debajo para que se entienda en nuestra lengua.

KanChic ChanCimiMan IkLamat

MulucOcChuenEbBen

HiixMenCibCabanEdznab

CauacAhauImixIkAkbal

Ya he dicho que el modo de contar de los indios es de cinco en cinco, y de cuatro cincos hacen viente; así, en estos sus caracteres <62> que son 20, sacan los primeros de los cuatro cincos de los 20 y estos sirven, cada uno de ellos, de lo que nos sirven a nosotros nuestras letras dominicales para comenzar todos los primeros días de los meses de a 20 días.

KanMulucHiixCauac

Entre la muchedumbre de dioses que esta gente adoraba, aboraban cuatro llamados Bacab cada uno de ellos. Estos, decían eran cuatro hermanos a los cuales puso Dios, cuando crió el mundo, a las cuatro partes de él sustentando el cielo (para que) no se cayese. Decían también de estos bacabes que escaparon cuando el mundo fue destruído por el diluvio. Ponen a cada uno de estos otros nombres y señálanle con ellos al la parte del mundo (can titzil caan) que dios le tenía puesto (de) teniendo el cielo y aprópianle una de las cuatro letras dominicales a él y a la parte (en) que está; y tienen señaladas las miserias o felices sucesos que decían habían de suceder en el año de cada uno de éstos y de las letras con ellos.

Y el demonio, que en esto como en las demás cosas los engañaba, les señalo los servicios y ofrendas que para evadirse de las miserias le habían que le hacían; y si venían, los sacerdotes hacían entender y creer al pueblo (que) era por alguna culpa o falta de los servicios o de quienes los hacían.

La primera, pues, de las letras dominicales es Kan (Cauac). El año que esta letra servía era el agüero del Bacab que por otros nombres llaman Hobnil, Kanalbacab (Kanal Bacab), Kanpauahtun (Kan Pauahtun), Kanxibchac (Kan Xib Chac). A este le señalaban a la de medio día. La segunda letra es Muluc (Kan); señalabanla al oriente y su año era agüero del Bacab que llaman Canzienal (Ah Can Tzic Nal), Chacalbacab (Chacal Bacab), Chacpauahtun (Chac Pauahtun), Chacxibchac (Chac Xib Chac). La tercera letra es Ix (Muluc). Su año era agüero del Bacab que llaman Zaczini (Ah Zac Dziu; Zac Cimil?), Zacalbacab (Zacal Bacab), Zacpauahtun (Zac Pauahtun), <63> Zacxibchac (Zac Xib Chac) y señalabanle a la parte del norte. La cuatra letra es Cauac (Hiix): su año era agüero del Bacab que llaman Hozanek (Ah Can Ek?, Ah Ho Chan Ek?), Ekelbacab (Ekel Bacab), Ekpauahtun (Ek Pauahtun), Ekxibchac (Ek Xib Chac); a esta señalaban a la parte del poniente.

KanMulucHiixCauac

En cualquiera fiesta o solemnidad que esta gente hacía a sus dioses comenzaban siempre por echar de si al demonio para mejor hacerla. Y el echarle unas veces era con oraciones y benediciones que para ello tenían, y otras con servicios y ofrendas y sacrificios que por esta razon le hacían. Para celebrar la solemnidad del año nuevo (tumben haab), este gente, con más regocijo y más dignamente, según su desventurada opinion, tomaba los cinco días aciagos (u uayab haab) que ellos tenían por tales antes del día primero de su nuevo año y en ellos hacían muy grandes servicios a los bacabes citados arriba y al demonio al que llamaban por otros cuatro nombres, a saber, Kanuuayayab (Kan Uayab Haab), Chacuuayayab (Chac Uayab Haab), Zacuuayayab (Zac Uayab Haab), Ekuuayayab (Ek Uayab Haab); y acabados estos servicios y fietas, y lanzado de si, como veremos, el demonio, comenzaban su año nuevo.

XXXV

Fiestas de los días Aciagos. - Sacrificios del Principio del año Nuevo en la Letra de Kan (Cauac).

Uso era en todos los pueblos de Yucatan tener hechos dos montones de piedras, uno frente a otro, a la entrada del pueblo (hol cah) y por las cuatro partes del mismo, a saber, oriente, poniente, septentrion, y mediodía, para la celebracion de las dos fiestas de los días aciagos las cuales hacían de esta manera cada año. El año cuya letra dominical era Kan (Cauac), era del agüero Hobnil, y según ellos decían reinaban ambos por la parte del medio día. Este año, pues, hacían una imagen o figura hueca de barro del demonio que llamaban Kanuuayayab (Kan Uayab Haab), y llevabanla a los montones de piedra seca que tenían hechos por la parte del mediodía; elegían un príncipe del pueblo, en cuya casa se celebrara estos días la fiesta, y para celebrarla hacían una estatua de un demonio al que llanaban Bolonzacab (Bolon Dzacab), la que ponía en casa del príncipe, aderezaba en lugar público y al que todos pudiesen llegar.

Hecho esto se juntaban los senores y el sacerdote, y el pueblo < 64> de los hombres, y teniendo limpio y con arcos y frescuras aderezado el camino, hasta el lugar de los montones de piedra en donde estaba la estatua, iban por ella todos juntos, con mucha devocion. Llegados, la sahumaba el sacerdote con cuarenta y nueve granos de maiz molido con su incienso, y ello lo arrojaban al brasero del demonio y le sahumaban. Llamaban al maiz molido solo zacah (zaca) y a la de los señores chahalte. Sahumaban la imagen, desollaban una gallina y se la presentaban como ofrenda.

Hecho esto metían la imagen en un palo llamado kante (kante) poniendole a cuestas un angel en señal de agua, y este año había de ser bueno y estos angeles pintaban y hacían espentables; y así la llavaban con mucho regocijo y bailes a la casa del principal donde estaba la otro estatua de Bolonzacab (Bolon Dzacab). Sacaban de casa de este principal, al camino para los señores y sacerdotes, una bebida hecha de cuatrocientos quince granos de maiz tostados que llaman piculakakla (pinol?, kah?), y bebían todos de ella; llegados a la casa del principal, ponían esta imagen frente a la estatua del demonio que allí tenían, y así le hacían muchas ofrendas de comidas y bebidas, de carne y pascado, y repartían estas ofrendas a los extranjeros que allí se hallaban, y daban al sacerdote una pierna de venado.

Otros derramaban sangre cortandose las orejas y untaban can ella una piedra que allí tenían de un demonio (llamado) Kanalacantun (Kanal Acantun). Hacían un corazon de pan y otro pan con pepitas de calabazas y ofrecíanlos a la imagen del demonio Kanuuayayab (Kan Uayab Haab). Tenían así esta estatua e imagen estos días aciagos y sahumabanlas con su incienso mezclado a los (granos de) maiz molido. Tenían creido que si no hacían estas ceremonias habían de tener ciertas enfermidades que ellos tienen en este año. Pasados estos días aciagos llevaban la estatua del demonio Bolonzacab (Bolon Dzacab) al tiemplo, y la imagen a la parte del oriente para ir allí al otro año por ella, y echabanla por ahi e ibanse a sus casas a entender en lo que le quedaba a cada uno por hacer en la celebracion del año nuevo.

Terminadas las ceremonias y echado el demonio según su engaño, tenían este año por bueno pues con la letra Kan (Cauac) el bacab Hobnil, del que decían no había pecado como sus hermanos y por eso no les vanían miserias el él. Pero porque muchas veces las había, proveyó el demonio que le hiciesen servicios para que así, cuando las hubiese, echasen la culpa a los servicios o servidores y quedasen siempre engañados y ciegos. <65>

Mandábales, pues, hiciesen un ídolo que llamaban Yzamnakauil (Itzam Na Kauil) y que le pusiesen en su templo y le quemasen en el patio del templo tres pelotes de una leche o resina llamada kik, y que le sacrificasen un perro o un hombre lo cual ellos hacían guardando el orden que ya se dijo, tenían con los que sacrificaban, salvo que el modo de sacrificar en esta fiesta era diferente, porque hacían en el patio del templo un gran montón de piedras y ponían al hombre o perro que habían de sacrificar en alguna cosa más alta que él, y echando atado al paciente del lo alto a las piedras, le arrebataban aquellos oficiales y con gran presteza le sacaban el corazón y le llevaban al nuevo ídolo, y se lo ofrecían entre dos platos. Ofrecían otros dones de comidas y en esta fiesta bailaban las viejas del pueblo que para ello tenían elegidas, vestidas de ciertas vestiduras. Decían que dascendía un ángel y recibía este sacrificio.

XXXVI

Sacrificios del Año Nuevo de la Letra Muluc (Kan). - Baile de los Zancos. - Danza de las Viejas con Perros de Barro.

El año en que la letra dominical era Muluc (Kan), tenía el agüero de Canzienal (Can Tzic Nal) y a su tiempo elegían, los señores y el sacerdote, un principal para hacer la fiesta y después hacían la imagen del demonio como la del año pasado, a la qual llamaban Chacuuayayab (Chac Uayab Haab), y llevábanla a los montones de piedra de hacia la parte del oriente, donde habían echado la pasada. Hacían una estatua del demonio llamado Kinchahau (Kin Chac Ahau, Kinich Ahau) y poníanla en casa del principal en lugar conviente, y desde allí, teniendo muy limpio y aderezado el camino, iban todos juntos con su acostumbrada devoción por la imagen del demonio Chacuuayabyab (Chac Uayab Haab).

Llegados, la sahumaba el sacerdote con cincuenta granos de maíz molidos y con su incienso, a lo cual llaman zacah (zaca). Daba el sacredote a los señores que pusiesen en el brasero más incienso del que llamamos chahalté y después desgollábanle la gallina, como al pasado, y tomando la imagen en un palo llamado chaste (chacte) la llevaban, acompañándola todos con devoción y bailando unos bailes de guerra que llaman holcanokot batelokot (holcan okot, bateel okot). Sacaban al camino, a los señores y principales, su bebida de trescientos ochenta maíces tostados como la de atrás. <66>

Llegados a casa del principal ponían esta imagen en frente la estatua de Kinchahau (Kin Chac Ahau, Kinich Ahau) y hacíanle todos sus ofrendas, las cuales repartían como demás. Ofrecían a la imagen pan hecho con yemas de huevo, y otro con corazones de venados, y otro hecho con su pimienta desleída. Había muchos que derramaban sangre cortándose las orejas y untando con su sangre la piedra que allí tenían de un demonio que lamaban Chacacantun (Chac Acantun). Aquí tomaban muchachos y por fuerza les sacaban sangre de las orejas, dándoles cuchilladas en ellas. Tenían esta estatua e imagen hasta pasados los días aciagos y entretanto quemábanles sus inciensos. Pasados los días, llevaban la imagen a echar a la parte del norte y la otra al templo, y después íbanse a sus casa a entender en el aparejo de su año nuevo. Habían de temer, si no hacían las cosas dichas, mucho mal de ojos.

Este año en que la letra Muluc (Kan) era dominical y reinaba el bacab Canzienal (Ah Can Tzic Nal) tenían por buen año porque decían que este era el mejor y mayor de esos dioses Bacabes, y así le ponían el primero en sus oraciones. Pero con todo eso les hacía el demonio hiciesen un ídolo llamado Yaxcocahmut (Yax Cocay Mut), y que lo pusiesen en el templo y quitasen las imágenes antiguas e hiciesen en el patio, delante del templo, un bulto de piedra en el cual quemaban de su incienso y una pelota de la resina o leche kik (kik che), haciendo allí oraciones al ídolo y pidiéndole remedio para las miserias que aquel año temían, las cuales eran poca agua y echar los maíces muchos hijos y cosas de esta manera, para cuyo remedio los mandaba el demonio ofrecerle ardillas y un paramento sin labores el cual tejiesen las viejas que tenían por oficio bailar en el templo para aplacar a Yaxcocahmut (Yax Cocay Mut).

Tenían otras muchas miserias y malas señales aunque era bueno el año si no hacían los servicios que el demonio les mandaba, lo cual era hacer una fiesta y en ella bailar un baile en muy altos zancos (caanal oc ti ximbal, lithib che, oc che, ximib che?) y ofrecerle cabezas de pavos y pan y bebidas de maíz; habían de ofrecerle (también) perros hechos de barro con pan en las espaldas, y las viejas habían de bailar con ellos en las manos y sacrificarle un perrito que tuviese las espaldas negras y fuese virgin; y los devotos habían de derramar su sangre y untar con ella la piedra del demonio Chacacantun (Chac Acantun). Tenían este sacrificio y servicio por agradable a su dios Yaxcocahmut (Yax Cocay Mut). <67>

XXXVII

Sacrificios del Año Nuevo de la Letra Ix (Muluc). - Pronósticos Malos y su Remedios.

El año en que la letra dominical era Ix (Muluc) y el agüero Zaczini (Ah Zac Dziu), hecha la elección del principal que celebrase la fiesta, hacían la imagen del demonio llamado Zacuuayayab (Zac Uayab Haab) y llevábanla a los montones de piedra de la parte del norte, donde el año pasado la habían echado. Hacían una estatua el demonio Yzamná (Itzam Na) y poníanla en casa del principal, y todos juntos, y el camino aderezado, iban devotamente por la imagen de Zacuuayayab (Zac Uayab Haab). Llegados la sahumaban como solían hacer y desgollaban la gallina, y puesta la imagen en un palo llamado Zachia (zac ya) la traían con su devoción y bailes, los cual llaman alcabtan Kamahau (alcab tancab ahau?). Traíanles la bebida acostumbrada al camino y llegados a casa ponían esta imagen delante de la estatua de Yzamná (Itzam Na), y allí todos le ofrecían sus ofrendas y las repartían, y a la estatua des Zacuuayayab (Zac Uayab Haab) ofrecían la cabeza de un pavo y empanadas de codornices y otras cosas y su bebida.

Otros se sacaban sangre y untaban con ella la piedra del demonio Zacacantun (Zac Acantun), y teníanse así los ídolos los días que faltaban hasta el año nuevo, y sahumábanlos con sus sahumerios hasta que llegado el día postero llevaban a Yzamná (Itzam Na) el templo y a Zacuuayayab (Zac Uayab Haab) a parte del poniente, a echarle por ahí para recibirla otro año.

Las miserias que temían este año, si eran negligentes en estos servicios, eran desmayos y amortecimientos y mal de ojos; teníanlo por ruin año de pan y bueno de algodón. Este año en que la letra dominical era Ix (Muluc) y reinaba el bacab Zaczini (Ah Zac Dziu) tenían por ruin año porque decían que habían de tener en él muchas miserias como gran falta de agua y muchos soles, los cuales habían de secar los maizales, de lo que les seguiría gran hambre, y del hambre hurtos, hurtos de esclavos y vender a los que los hiciesen. De esto les vendrían discordias y guerras entre sí propios o con otros pueblos. También decían que habría mudanza en el mando de los señores o de los sacerdotes por razón de las guerras y las discordias.

Tenían también un pronóstico: que algunos de los que quisieren ser señores no prevalecerían. Decían que habrían de tener langosta, y que se desploblarían mucho sus pueblos por el hambre. Lo que <68> el demonio les mandaba hacer para remedio de estas miserias, las cuales todas o algunas de ellas entendían les vendrían, era un ídolo que llamaban Cinchahau Izamná (Kin Chac Ahau Itzam Na, Kinich Ahau Itzam Na), y ponerlo en el templo donde le hacían muchos sahumerios y muchas ofrendas y oraciones y derramamientos de su sangre, con la cual untaban la piedra del demonio Zacacantun (Zac Acantun). Hacían muchos bailes y bailaban las viejas como solían, y en esta fecha hacían de nuevo un oratorio pequeño al demonio, o renovaban el viejo y en él se juntaban a hacer sacrificios y ofrendas y todos tomaban una solemne borrachera, pues era fiesta general y obligatoria. Había algunos santones que de su voluntad y por su devoción hacían otro ídolo como el de arriba y le ponían en otros templos donde se hacían ofrendas y borrachera. Estas borracheras y sacrificios tenían por muy gratos a los ídolos, y como remedio para librarse de las miserias del pronóstico.

XXXVIII

Sacrificios del Año Nuevo en la Letra Cauac (Hiix). - Pronósticos Malos y su Remedio con el Baile del Fuego.

El año que la letra dominical era Cauac (Hiix) y el agüero Hozanek (Ah Can Ek, Ah Ho Chan Ek), hecha la elección del principal para celevrar la fiesta, hacían la imagen del demonio llamado Ekuuayabyab (Ek Uayab Haab) y llevábanla a los montones de piedra de la parte del poniente, donde el año pasado la habían echado. Hacían también una estatua a un demonio llamado Uacmitunahau (Chacmitan Ahau?, Uuc Metlah Ahau?) y poníanla en casa del principal, en lugar conveniente, y desde allí iban todos juntos al lugar donde la imagen de Ekuuayayab (Ek Uayab Haab) estaba, y tenían para ello el camino muy aderezado. Llegados a ella sahumábanla el sacerdote y los señores, como solían, y degollaban la gallina. Hecho esto tomaban la imagen en un palo que llamaban Yaxek (yax ek), y ponían a cuestas de la imagen una calavera y un hombre muerto, y encima un pájaro carnicero llamado Kuch, en señal de mortandad grande, pues por muy mal año tenían éste.

Llevábanlo después de esta manera, con su sentimiento y devoción, y bailando algunos bailes entre los cuales bailaban uno como cazcarientas, y así le llamaban Xibalbaokot (Xibalba okot), que quiera decir <69> baile del demonio. Llegaban al camino los escanciadores con la bebida de los señores, la cual bebida llevaban al lugar de la estatua Uacmitunahau (Chacmitan Ahau), y poníanla allí frente a la imagen que traían. Luego comenzaban sus ofrendas, sahumerios y oraciones y muchos derramaban la sangre de muchas partes del cuerpo, y con ella untaban la piedra del demonio llamado Ekelacantun (Ekel Acantun), y así pasaban estos días aciagos, al cabo de los cuales llevaban a Uacmitunahau (Chacmitan Ahau) al templo y a Ekuuayayab (Ek Uayab Haab) a la parte de medio día, para recibirla otro año.

Este año en que la letra era Cauac (Hiix) y reinaba el bacab Hozanek (Ah Ho Chan Ek, Ah Can Ek?), tenían además de la pronosticada mortandad, por ruin, pues decían que los muchos soles les habrían de matar los maizales, y las muchas hormigas y los pájaros comerse lo que sembrasen; y como esto no sería en todas partes, en algunas, con gran trabajo, habría comida. Obligábales el demonio, para remedio de estas miserias, (a) hacer cuatro demonio llamados Chicacchob (Chichan Chhob?), Ekbalamchac (Ek Balam Chac), Ahcanuolcab (Ah Can Uol Cab) y Ahbulucbalam (Ah Buluc Balam) y ponerlos en el templo donde los sahumaban con sus sahumerios y les ofrecían para quemar dos pellas de una leche o resina de un árbol que llamaban kik, y ciertas iguanas y pan, y una mitra y un manojo de flores, y una piedra preciosa de las suyas. Además de esto, para la celebración de esta fiesta hacían en el patio una gran bóveda de madera y llenábanla de leña por lo alto y por los lados, dejándoles en ellos puertas para poder entrar y salir. Después de hecho tomaban los más hombres sendos manojos de unas varillas muy secas y largas, atados; y puesto un cantor en lo alto de la leña, cantaba y hacía són con un tambor de los suyos, bailaban todos los de abajo con mucho concierto y devoción, entrando y saliendo por las puertas de aquella bóveda de madera, y así bailaban hasta la tarde en que dejando cada uno su manojo se iban a sus casas a descansar y a comer.

En anocheciendo volvían y con ellos mucha gente, porque entre ellos esta ceremonia era muy estimada y tomando cada uno su hachón lo encendía y con él cada uno por su parte, pegaba fuego a la leña la cual ardía mucho y se quemaba presto. Después de hecho todo brasa, la allanaban y tendían muy tendida y junto a los que habían bailando, habían algunos que se ponían a pasar descalzos y desnudos, como ellos andaban, por encima de aquella brasa, de una parte quemandos y en esto creían que estaba el remedio de su miserias <70> y malos agüeros, y pensaban que esta era el servicio más agradable a los dioses. Hecho esto, se iban a beber y hacer cestos, pues así lo pedía la costumbre de la fiesta y el calor del fuego.

XXXIX

Explicación sobre el Calendario.

Con las letras de los indios puestas atrás, ponían nombres a los días de sus meses y de todos los meses juntos hacían un modo de calendario, con el cual se regían así para sus fiestas como para sus cuentas, tratas y negocios, como nosotros nos regimos con el nuestro, salvo que no comenzaban su calendario el día primero de su año, sino muy adelante, lo cual hacían por la dificultad con que contaban los días de los meses, todos juntos, como se verá en el propio calendario que pondré aquí; porque aunque las letras y días para sus meses son 20, tienen costumbre de contarlas desde una hasta 13. Tornan a comenzar de una después de las 13, y así reparten los días del año en 27 treces y 9 días sin los aciagos.

Con estos retruécanos y embarazosa cuenta, es cosa de ver la liberalidad con que los que (la) saben, cuentan y se entienden, y mucho de notar es que salga siempre la letra que es dominical en el primer día de su año, sin errar ni faltar, ni venir a salir allí otra de las 20. Usaban también de este modo de contar para sacar de estas letras cierto modo de contar que tenían para las edades y otras cosas que, aunque son para ellos curiosas, no nos hacen aquí mucho al propósito; y por eso se quedan, con decir que el carácter o letra con que comanzaban la cuenta de sus días o calendario se llama Hun Imix y es este:

(The glyph for Imix)

-el cual no tiene día cierto ni señalado en que caiga, porque cada uno le muda la propia cuenta y con todo eso no falta el salir la letra que viene por dominical el primero del año que se sigue. <71>

El primer día del año de esta gente era siempre a 16 días de nuestro mes de julio, y el primero de sus meses (era) Pop (Poop), y no es de maravillar que esta gente, aunque simple en otras cosas, le hemos hallado curiosidad y opiníon en esta, como la han tenido otras naciones, pues según la glosa sobre Ezequial, enero es, según los romanos, el principio del año; según los hebreos, abril; según los griegos, marzo y según los orientales, octubre. Pero aunque ellos comienzan su año en julio, yo no pondré aquí su calendario sino por el orden del nuestro y junto con el nuestro, de manera que irán señaladas nuestras letras y las suyas, nuestros meses y los suyos y su cuenta de los treces sobre ellos, puesta en cuenta de guarismos.

Y porque no haya necesidad de poner en una parte el calendario y en otra las fiestas, pondré en cada uno de sus meses sus fiestas y las observancias y ceremonias con que las celebraban y con esto cumpliré lo que en alguna parte de atrás he dicho: que haré su calendario y en él diré de sus ayunos y de las ceremonias con que hacían los ídolos de madera y otras cosas, todas las cuales y las demás aquí tratadas no es mi intento sirvan de más de materia de alabar a la bondad divina que tal ha sufrido y tal ha tenido por bien remediar en nuestros tiempos, para que advirtiéndolas con entrañas cristianas le supliquemos por su conservación y aprovechamiento en buena cristiandad y los que a su cargo lo tengan, los favorezcan y ayuden porque por los pecados de esta gente o los nuestros, no les falta la ayuda, o ellos no falten en lo comenzado y así vuelvan a sus miserias ni a sus yerros y les acaezcan cosas peores que las primeras, tornando los demonios a las casas de sus almas, de donde con trabajosos cuidados hemos procurado echarlos, limpiándoselas y barriéndolas de sus vicios y malas costumbres pasadas; y no es mucho temer esto viendo la perdición que hace tantos años hay en toda la grande y muy cristiana Asia, y an la buena y católica y augustísima Africa, y las miserias y calamidades que el día de hoy pasan en nuestra Europa y en nuestra nación y casas, por lo cual podríamos decir se nos han cumplido las evangélicas profecías sobre Jerusalén de que la cercarían sus enemigos y la agostarían y apretarían tanto que la derrocasen por tierra; y esto ya lo habría permitido Dios, según somos, pero no puede faltar su iglesia ni lo que él dijo: Dominus relquisset semen, sicut Sodoma fuissemus. <72>

XL

Comienza el Calendario Romano y Yucateco.

Enero

Treces Días Meses de los Indios

a 12 Ben10 Chheen

b 13 Hiix11 Chheen

c 1 Men12 Chheen

d 2 Cib13 Chheen

e 3 Caban14 Chheen

f 4 Edznab15 Chheen

g 5 Cauac16 Chheen

a 6 Ahau17 Chheen

b 7 Imix18 Chheen

c 8 Ik19 Chheen

d 9 Akbal20 Chheen

Van con mucho temor, según decían, criando dioses. Acabados ya y puestos en perfección los ídolos, hacía el dueño de ellos un presente, el mejor que podía, de aves y caza y de su moneda para pagar con él el trabajo de quienes habían hecho los (ídolos), y los sacaban de la casilla poniéndolos en otra enramada para ello hecha en el patio, en la cual los bendecía el sacerdote con mucha solemnidad y abundancia de devotas oraciones, habiéndose quitado primero él y los oficiales el tizne, porque decían que ayunaban en tanto que hacían los (ídolos). Estando untado y echado el demonio como solían, y quemado el incienso bendito, ponían (el ídolo) en una petaquilla envuelto en un paño y lo entregaban al dueño, y él, con asaz devoción, lo recibía. Luego predicaba el buen sacerdote la excelencia del oficio de hacer dioses nuevos y del peligro que corrían quienes los hacían si acaso no guardaban sus abstinencias y ayunos. Después comían muy bien y se emborrachaban mejor. <73>

Yax

e 10 Kan1 Yax

f 11 Chic Chan2 Yax

g 12 Cimi3 Yax

a 13 Man Ik4 Yax

b 1 Lamat5 Yax

c 2 Muluc6 Yax

d 3 Oc7 Yax

e 4 Chuen8 Yax

f 5 Eb9 Yax

g 6 Ben10 Yax

a 7 Hiix11 Yax

b 8 Men12 Yax

c 9 Cib13 Yax

d 10 Caban14 Yax

e 11 Edznab15 Yax

f 12 Cauac16 Yax

g 13 Ahau17 Yax

a 1 Imix18 Yax

Aqui comienza la cuenta del Calendario de los Indios diciendo en su lengua: Hun Imix.

b 2 Ik19 Yax

c 3 Akbal20 Yax

En cualquiera de los meses de Chen (Chheen) y Yax, y en el día que señalaba el sacerdote, hacían una fiesta que llamaban Ocná (oc na), que quiere decir renovación del templo; esta fiesta la hacían por dioses de los maizales, y en ella miraban los pronósticos de los bacabes, como más largo queda dicho y conforme al orden puesto en su lugar. Dicha fiesta la hacían cada año y además de esto renovaban los ídolos de barro y sus braseros, que era costumbre tener cada ídolo un braserito en que le quemasen su incienso, y si era menester, hacían de nuevo la casa o la renovaban y ponían en la pared la memoria de estas cosas con su caracteres. <74>

 

FebreroZac

d 4 Kan1 Zac

e 5 Chic Chan2 Zac

f 6 Cimi3 Zac

g 7 Man Ik4 Zac

a 8 Lamat5 Zac

b 9 Muluc6 Zac

c 10 Oc7 Zac

d 11 Chuen8 Zac

e 12 Eb9 Zac

f 13 Ben10 Zac

g 1 Hiix11 Zac

a 2 Men12 Zac

b 3 Cib13 Zac

c 4 Caban14 Zac

d 5 Edznab15 Zac

e 6 Cauac16 Zac

f 7 Ahau17 Zac

En cualquier día que cayese este séptimo de Ahau, hacían una muy grande fiesta que duraba tres días, de sahumerios y ofrendas y su gentil borrachera; y porque esta fieta es movible, tenían los cuidadosos sacerdotes cuidado de echarla con tiempo para que se ayunase debidamente.

g 8 Imix18 Zac

a 9 Ik19 Zac

b 10 Akbal20 Zac

En un día de este mes de Zac que el sacerdote señalaba, hacían los cazadores otra fiesta como la del mes de Zip, la cual servía para aplacar en los dioses la ira que tenían contra ellos y sus sementeras; y las hacían (también) por la sangre que derramaban en la caza, porque <75> tenían por cosa horrenda cualquier derramamiento de sangre si no era en sus sacrificios, y por esta causa siempre que iban de caza invocaban al demonio y le quemaban incienso; y si podían, le unatban el rostro con la sangre del corazón de la tal caza. <76>

 

Ceh

c 11 Kan1 Ceh

d 12 Chic Chan2 Ceh

e 13 Cimi3 Ceh

f 1 Man Ik4 Ceh

g 2 Lamat5 Ceh

a 3 Muluc6 Ceh

b 4 Oc7 Ceh

c 5 Chuen8 Ceh

Marzo

d 6 Eb9 Ceh <77>

e 7 Ben10 Ceh

f 8 Hiix11 Ceh

g 9 Men12 Ceh

a 10 Cib13 Ceh

b 11 Caban14 Ceh

c 12 Edznab15 Ceh

d 13 Cauac16 Ceh

e 1 Ahau17 Ceh

f 2 Imix18 Ceh

g 3 Ik19 Ceh

a 4 Akbal20 Ceh <78>

Mac

b 5 Kan1 Mac

c 6 Chic Chan2 Mac

d 7 Cimi3 Mac

e 8 Man Ik4 Mac

f 9 Lamat5 Mac

g 10 Muluc6 Mac

a 11 Oc7 Mac

b 12 Chuen8 Mac

c 13 Eb9 Mac

d 1 Ben10 Mac

e 2 Hiix11 Mac

f 3 Men12 Mac

g 4 Cib13 Mac

a 5 Caban14 Mac

b 6 Edznab15 Mac

c 7 Cauac16 Mac

d 8 Ahau17 Mac

e 9 Imix18 Mac

f 10 Ik19 Mac

Abril

g 11 Akbal20 Mac

En cualquier día de este mes de Mac hacía la gente anciana y los más viejos, una fiesta a los chaces, dioses de los panes, y a Izamná (Itzam Na). Y un día o dos antes, hacían la sigiente ceremonia, a la cual llamaban en su lengua Tuppkak (tup kak): tenían buscados animales y sabandijas del campo que podía haber y había en la tierra, y con ellos se juntaban en el patio del templo en el cual se ponían los chaces y el sacerdote, sentados en las esquinas, como solían (hacer) para echar al demonio, con sendos cántaros de agua que allí les traían a cada uno. En medio ponían un gran manojo de varillas secas, atadas y enhiestas, y quemando primero de su incienso en el brasero, pegaban fuego a las varillas y en tanto que ardían, sacaban con liberalidad los corazones a las aves y animales, y echábanlos a quemar en el fuego; y si no había animales grandes como tigres, leones o lagartos, hacían corazones con su incienso; y si habían animales y los mataban, traían sus corazones para aquel fuego. Quemados todos los corazones, mataban el fuego con los cántaros de agua de los chaces. Hacían esto para alcanzar con ello y la siguiente fiesta, buen año de agua para sus panes; luego celebraban la fiesta, diferentemente de las otras, pues para ella no ayunaban, salvo el muñidor de ella, que éste ayunaban su ayuno. Venidos, pues, a celebrar <79> la fiesta, se juntaba el pueblo, los sacerdotes y los oficiales en el patio del templo donde tenían hecho un montón de piedras con sus escaleras, todo muy limpio y aderezado de frescuras. Daba el sacerdote incienso preparado por el muñidor, (incienso) que se quemaban en el brasero y así dizque huía el demonio. Hecho esto con su devoción acostumbrada, untaban el primer escalón del montón de las piedras con lodo del pozo, y los demás escalones con betún azul (chhoh), y echaban muchos sahumerios e invocaban a los chaces y a Izamná (Itzam Na) con sus oraciones y devociones, y ofrecían sus presentes. Esto acabado, se consolaban comiendo y bebiendo lo ofrecido y quedaban confiados del buen año con sus servicios e invocaciones.

 

Kan Kin

a 12 Kan1 Kan Kin

b 13 Chic Chan2 Kan Kin

c 1 Cimi3 Kan Kin

d 2 Man Ik4 Kan Kin <80>

e 3 Lamat5 Kan Kin

f 4 Muluc6 Kan Kin

g 5 Oc7 Kan Kin

a 6 Chuen8 Kan Kin

b 7 Eb9 Kan Kin

c 8 Ben10 Kan Kin

d 9 Hiix11 Kan Kin

e 10 Men12 Kan Kin

f 11 Cib13 Kan Kin

g 12 Caban14 Kan Kin

a 13 Edznab15 Kan Kin

b 1 Cauac16 Kan Kin

c 2 Ahau17 Kan Kin <81>

d 3 Imix18 Kan Kin

e 4 Ik19 Kan Kin

f 5 Akbal20 Kan Kin

 

Muan

g 6 Kan1 Muan

a 7 Chic Chan2 Muan

b 8 Cimi3 Muan

c 9 Man Ik4 Muan

d 10 Lamat5 Muan

e 11 Muluc6 Muan

f 12 Oc7 Muan

g 13 Chuen8 Muan

a 1 Eb9 Muan <82>

Mayo

b 2 Ben10 Muan

c 3 Hiix11 Muan

d 4 Men12 Muan

e 5 Cib13 Muan

f 6 Caban14 Muan

g 7 Edznab15 Muan

a 8 Cauac16 Muan

b 9 Ahau17 Muan

c 10 Imix18 Muan

d 11 Ik19 Muan

e 12 Akbal20 Muan

En el mes de Muan los que tenían cacahuates hacían una fiesta a los dioses Ekchuah (Ek Chuuah), Chac y Hobnil, que eran sus abogados. Ibanla a hacer a alguna heredad de alguno de ellos, donde sacrificaban un perro manchado por el color del cacao y quemaban a los ídolos su incienso y ofrecíanles iguanas de las azules, y ciertas plumas de un pájaro y otras cazas, y daban a cada uno de los oficiales una mazorca de la fruta del cacao. Acabado el sacrificio y sus oraciones, comíanse los presentes y bebían dizque no más tres veces del vino, que no llegaban a más, e íbanse a casa del que tenían la fiesta a (su) cargo, y hacíanse unas pasas (sic) con regocijo. <83>

 

Pax

f 13 Kan1 Paax

g 1 Chic Chan2 Paax

a 2 Cimi3 Paax

b 3 Man Ik4 Paax

c 4 Lamat5 Paax

d 5 Muluc6 Paax

e 6 Oc7 Paax

f 7 Chuen8 Paax

g 8 Eb9 Paax

a 9 Ben10 Paax

b 10 Hiix11 Paax

c 11 Men12 Paax

d 12 Cib13 Paax

e 13 Caban14 Paax

f 1 Edznab15 Paax

g 2 Cauac16 Paax

a 3 Ahau17 Paax

b 4 Imix18 Paax

c 5 Ik19 Paax

d 6 Akbal20 Paax

En este mes de Pax hacían una fiesta llamada Pacumchac (Pacum Chac), para la cual se juntaban los señores y sacerdotes de los pueblos menores a los mayores, y así juntos, velaban cinco noches en el templo de Citchaccoh (Cit Chacoob, Cit Chac Coh, Chi Chac Chhob, Chichan Chhob?), con oraciones, ofrendas y sahumerios, como está dicho hacen en la fiesta de Cuculcán (Kukul Can), en el mes de Xul, en noviembre. Antes de pasados estos días, iban todos a casa del capitán de sus guerras, llamado Nacón (Nacom), del cual traté, y traíanle con gran pompa sahumándole como ídolo de templo, y le sentaban quemándole incienso y así estaban él y ellos hasta pasados los cinco días, en los cuales comían y bebían de los dones que se ofrecían en templo, y bailaban un baile a manera de paso largo de guerra, y así le llaman Holkanakot (holcan okot), que quiere decir baile de guerreros. Pasados los cinco días, venían a la fiesta, la cual porque era para cosas de guerra y alcanzar la victoria sobre los enemigos, era muy solemne. Hacían, pues, primero la ceremonia y sacrificios del fuego, como dije en el mes de Mac; después echaban al demonio con mucha solemnidad como solían, y hecho esto venía el orar y ofrecer dones y sahumerios, y en tanto que la gente hacía estas sus ofrendas y oraciones, los señores tomaban en hombros al Nacón (Nacom) y traíanlo sahumándole en torno del templo; y cuando volvían con él, los chaces sacrificaban un perro y sacábanle <84> el corazón y enviábanlo entre dos platos al demonio, y los chaces quebraban sendas ollas grandes llenas de bebida y con esto acababan su fiesta. Acabada, comían y bebían los presentes que allí se habían ofrecido y llevaban al Nacón (Nacom) con mucha solemnidad a su casa, pero sin perfumes.

Allá tenían gran fiesta y en ella se emborrachaban los señores, los sacerdotes y los principales, y la demás gente íbase a sus pueblos, salvo que el Nacón (Nacom) no se emborrachaba. Otro día, después de digerido el vino, se juntaban todos los señores y sacerdotes de los pueblos que se habían embriagado y quedado allí, en casa del señor, quien les repartía mucha cantidad de su incienso que tenía aparejado y bendito por aquellos benditos sacerdotes; y junto con ello les hacía una plática y con mucha eficacia les encomendaba las fiestas que, en sus pueblos, ellos habían de hacer a sus dioses para que el año fuese próspero de mantenimientos. Hecha la plática se despedían todos, unos de otros, con mucho amor y batahola y cada uno se iba a su pueblo y casa. Allá trataban de hacer sus fiestas, las cuales les duraban, según las hacían, hasta el mes de Pop (Poop), y llamábanlas Zabacilthan (zabacil than), y las hacían de esta manera: miraban en el pueblo, entre los más ricos, quién quería hacer esta fiesta y encomendábanle su día por tener más agasajo estos tres meses que había hasta su año nuevo; y lo que hacían era juntarse en casa del que hacía la fiesta, y allí hacer las ceremonias de echar al demonio y quemar copal (pom) y hacer ofrendas con regocijos y bailes, y hacerse unas botas de vino, y en esto paraba todo; y era tanto el exceso que había de estas fiestas durante los tres meses, que lástima grande era verlos, que unos andaban arañados, otros descalabrados, otros (con) los ojos encarnizados del mucho emborracharse, y con todo eso (tenían tanto) amor al vino, que se perdían por él. <85>

 

JunioKayab

e 7 Kan1 Kayab

f 8 Chic Chan2 Kayab

g 9 Cimi3 Kayab

a 10 Man Ik4 Kayab

b 11 Lamat5 Kayab

c 12 Muluc6 Kayab

d 13 Oc7 Kayab

e 1 Chuen8 Kayab

f 2 Eb9 Kayab

g 3 Ben10 Kayab

a 4 Hiix11 Kayab

b 5 Men12 Kayab

c 6 Cib13 Kayab <86>

d 7 Caban14 Kayab

e 8 Edznab15 Kayab

f 9 Cauac16 Kayab

g 10 Ahau17 Kayab

a 11 Imix18 Kayab

b 12 Ik19 Kayab

c 13 Akbal20 Kayab

 

Cumku (Cum Ku)

d 1 Kan1 Cum Ku

e 2 Chic Chan2 Cum Ku

f 3 Cimi3 Cum Ku

g 4 Man Ik4 Cum Ku

a 5 Lamat5 Cum Ku

b 6 Muluc6 Cum Ku <87>

c 7 Oc7 Cum Ku

d 8 Chuen8 Cum Ku

e 9 Eb9 Cum Ku

f 10 Ben10 Cum Ku

Julio

g 11 Hiix11 Cum Ku

a 12 Men12 Cum Ku

b 13 Cib13 Cum Ku

c 1 Caban14 Cum Ku

d 2 Edznab15 Cum Ku

e 3 Cauac16 Cum Ku

f 4 Ahau17 Cum Ku

g 5 Imix18 Cum Ku <88>

a 6 Ik19 Cum Ku

b 7 Akbal20 Cum Ku

(U Uayab Haab)

c 8 Kan1 U Uayab Haab

d 9 Chic Chan2 U Uayab Haab

e 10 Cimi3 U Uayab Haab

f 11 Man Ik4 U Uayab Haab

g 12 Lamat5 U Uayab Haab

Dicho queda en pasados capítulos, que los indios comenzaban sus años desde estos días sin nombre (ixma kaba kin), aparejándose en ellos como en la vigilia para la celebración de la fiesta de su año nuevo; y allende del aparejo que hacían con la fiesta del demonio Uuayayab (u uayab haab), para la cual salían de sus casas; los demás aparejos eran salir muy poco de casa estos cinco días, y ofrecer, además de los dones de la fiesta general, cuentas a sus demonios y a los otros (ídolos) de sus templos. Estas cuentas que así ofrecían nunca (las) tomaban para sus usos, (como ninguna otra) cosa que al demonio ofreciensen, y de ellas (sólo) compraban incienso para quemar. En estos días no se peinaban ni lavaban, ni las mujeres ni los hombres (se) espulgaban, ni hacían cosa servil o trabajosa, porque temían que les sucediera algún mal si lo hacían.

LANDA.EDT Continued
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