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Gretchen Whalen
 

Traducción Comentada de un Manuscrito Yucateco Colonial:
sobre temas religiosos y cosmológicos de un autor nativo

Informe Final

Durante los últimos siete años he estado trabajando en una transcripción y traducción interlineal lo más ajustada posible de un manuscrito yucateco colonial de más de trescientas páginas, que no había sido estudiado con anterioridad. El manuscrito, cosido en forma de un libro pequeño, fue legado por Sylvanus Morley a la biblioteca del Laboratorio de Antropología del Museo de Arte y Cultura Indígena de Santa Fe, Nuevo México. Escrito claramente por una única mano, el manuscrito consta de 346 páginas numeradas, con algunas páginas faltantes, entre ellas toda página de título que mostrara un autor o fecha de composición. Sin embargo, enterradas en la página 234 del ms. aparecen las palabras Año 1576.  Esta fecha fue agregada debajo del encabezado Preparación para cada día, en un material que resulta análogo a los escritos recogidos y corregidos por Fray Juan Coronel, publicados en 1620 con el título de Discursos predicables, considerada la más antigua publicación existente en maya yucateco. Los primeros escritos religiosos en maya yucateco son escasos y han sido poco estudiados. En comparación, los eruditos han realizado análisis exhaustivos de la literatura religiosa del siglo dieciséis en náhuatl, y el papel que jugaron los autores nativos en su producción ha sido ampliamente reconocido.

Comencé a trabajar en el manuscrito a sugerencia de Josie Caruso, un epigrafista de Santa Fe que conocía bien la colección Morley. Durante algunos años, Josie y Laura Holt, la bibliotecaria del museo, habían tratado de generar algún interés por este libro, que había sido dejado de lado después de una revisión rápida por creerse que se trataba de un "libro de oraciones" común, traducido al maya yucateco por un cura franciscano, juicio al que se llegó a partir de la repetición frecuente de la palabra prestada del español Dios, y la semejanza superficial a un catecismo, resultado de una serie de preguntas y respuestas que se encontraban al comienzo del manuscrito. Sin embargo, estas preguntas no se las hace un sacerdote a un feligrés, sino un emperador a un infante tan inteligente que confunde a todos los sabios con sus respuestas. No representan una recitación de memoria de un dogma adecuado para un neófito, sino una sesión de acertijos incluida en un cuento. Algunos de los acertijos ponen a prueba el conocimiento de historias bíblicas: "¿Quién nació dos veces pero murió sólo una? Jonás, que nació de su madre y de la barriga de un gran pez". Hay otras preguntas y respuestas que son más filosóficas y menos ortodoxas: "¿Qué es lo que más entristece a un hombre? La muerte de su hijo". "¿Qué es lo que más le complace a un hombre? La muerte de su enemigo". ¿Es posible que un franciscano exaltara un sentimiento de ese tipo, dado que el amor por el enemigo de uno está entre las virtudes teológicas que enseña la Iglesia?

Cuando comencé a estudiar el manuscrito, inicié un intercambio de correspondencia con David Bolles, cuyos conocimientos sobre la literatura colonial yucateca no tienen parangón. Él planteó la pregunta de quién había escrito el texto: "¿Estamos frente a un material que algún fraile que se haya hecho de un buen conocimiento sobre cómo trabajar con la lengua maya inventó, o se trata de un material que alguien como Gaspar Antonio pudo haber escrito para los frailes, y que por lo tanto sería una traducción de un documento español al maya, hecha por un hablante de maya?" 1   A medida que continué con mi trabajo, caí en la cuenta de que el autor escribía erróneamente palabras claves en español, y que distorsionaba los dogmas de la Iglesia, al tiempo que hacía gala de un dominio total no sólo del vocabulario yucateca, sino también del estilo y las metáforas mayas, lo que me llevó a aceptar la última hipótesis.

Fue también a través de la correspondencia que mantuve con David Bolles que me fue posible identificar la fuente del texto para la traducción yucateca de "Las preguntas que el emperador hizo", la primera sección del manuscrito de Morley. Los libros del Chilam Balam, antologías consideradas sagradas en las comunidades donde los escribas las compusieron y recopiaron desde el siglo dieciséis, incluyen acertijos indígenas conocidos como zuyua than, y traducciones mayas de los acertijos que le eran presentados a la Doncella Teodora. Originalmente del ciclo de Las Mil y Una Noches, el cuento de la Doncella Teodora pasó a ser parte de la literatura de sabiduría, popular en la Europa medieval. David Bolles ha hecho un estudio profundo del relato de la Doncella Teodora tal y como aparece en maya yucateco, y nuestra discusión sobre su trabajo me llevó a reconocer la sesión de acertijos en el manuscrito de Morley como otro ejemplo del género de literatura de sabiduría. Investigando este género, logré rastrear la traducción maya hasta su fuente, una versión publicada en Burgos en 1540 de Las preguntas que el emperador hizo al infante Epitus. 2   El libro fue posteriormente prohibido por orden de la Inquisición, en 1559. 3 

A continuación de "Las preguntas que el emperador hizo", el manuscrito incluye una exhortación a la confesión, una serie de sermones cortos con una introducción de citas en latín. El autor hace una advertencia contra la creencia en los gritos de los pájaros y la creencia en los sueños, uchben belex, 'vuestras antiguas prácticas'. Amonesta a aquellos que juran en falso, a aquellos que no cumplen con el ayuno, y a aquellos que ofenden a sus mayores. Luego viene el Xot Kin, las señales de los quince días finales antes del Juicio, en una versión similar a una que se encuentra en el Chilam Balam de Tuzik. Un extenso comentario sobre los tipos de sabiduría disponibles para el hombre, se centra en un pasaje que identifica a la deidad maya Hun Ahau con Lucifer, como originador de la falsa sabiduría. En otra sección, el autor describe detalladamente las once capas de los cielos según fueran explicadas por los astrólogos de la corte de Alfonso X.  Él cuenta sobre el Paraíso Terrenal, cuyo elemento más maravilloso es el yax cheel cab, 'el primer árbol del mundo'. Aquí, en el Paraíso Terrenal, las tres personas de Dios discuten entre ellas la creación del hombre, que es formado con tierra sagrada tomada a doce brazos de profundidad por debajo del suelo. Entonces Dios unge la boca y las orejas del primer hombre con Su saliva, y pronuncia la palabra Hephetah, y Adán puede hablar y oír. Todos los hombres descienden de este hombre, Adán, incluyendo a los: "Dzulob (literalmente, extranjeros, pero en este contexto, los españoles), los franceses, los moros, los judíos, los negros, las gentes de Ah Mex Cuc, y el pueblo maya, y hasta aquellas gentes que fueron dispersadas de estas regiones de aquí". Debido a que no tiene a nadie con quien platicar, Adán le pide a Dios que le dé un compañero. Dios le quita a Adán la costilla para crear a Eva, quien cae en el pecado, seducida por una serpiente con cabeza de mujer, en un diálogo que sugiere una presentación dramática. La parte final del libro contiene una extensa exposición de plegarias al Señor, y dos juegos de ejemplos, relatos didácticos cortos.

A medida que iba completando cada sección de mi traducción, David Bolles hacía una crítica, fundada en su conocimiento enciclopédico del vocabulario yucateco colonial. 4   Él fue quien reconoció el tercio final del manuscrito de Morley como un material que también aparece en los Discursos predicables del Coronel. Su guía ha sido invalorable, no sólo para darle forma a la traducción en sí misma, sino para identificar pasajes similares en otros documentos escritos en yucateco colonial, entre ellos los libros del Chilam Balam y los diccionarios coloniales. 5   Además de producir una traducción clara, tomé la determinación de identificar textos de fuentes europeas toda vez que me fuera posible, así como marcar los paralelos en la literatura maya. Por último, busqué entender el marco de circunstancias dentro del cual el manuscrito fue producido.

Llegué a aceptar como posible la teoría de que los diversos escritos del manuscrito fueron compuestos por un maestro de escuela maya, un maestro educado por los franciscanos para que ayudara en la tarea de la conversión. El autor frecuentemente se dirige a su audiencia llamándolos cech mehen, "usted, joven", usa la analogía de alumnos revoltosos en un salón de clases para ilustrar algún punto, y parece referirse a ayudas visuales, todo lo cual indicaría un entorno escolar. Durante la primera evangelización de Yucatán, los sacerdotes escaseaban, y las esperanzas eran altas para las capacidades intelectuales y morales de los nuevos conversos. Sabemos mucho menos acerca de la educación superior de la elite nativa en Yucatán que en el centro de México, por ejemplo, en el Imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, donde jóvenes nahuas aprendían a debatir en latín, entre otras habilidades. Los inventarios, como así también los volúmenes que sobrevivieron de la famosa biblioteca de Tlatelolco, proporcionan evidencias de ambiciosas metas educacionales. 6   En cuanto a las escuelas de Yucatán, sabemos que en 1552 Fray Lorenzo de Bienvenida encargó libros a España específicamente para "un estudio de la gramática en la que se instruye a los nativos de la tierra". 7   La lista de esos libros no ha llegado a nuestros días, pero a través de este manuscrito podemos darnos una idea de la literatura que estudiaban, traducían, y enseñaban los maestros mayas, que jugaban un papel fundamental en el proceso de conversión. En tanto que los franciscanos no ordenaron sacerdotes mayas, siguiendo las instrucciones de Francisco de Toral, primer obispo de Yucatán, "los ah cambeçahes, o maestros, estaban autorizados a catequizar, bautizar a los enfermos, administrar la extremaunción, y escuchar las confesiones (y presumiblemente también absolver) de los enfermos y moribundos". 8 

Durante los primeros años de trabajo en el manuscrito, no encontré razón alguna para dudar de la fecha: Año 1576.  El manuscrito incluye la traducción de un libro que fue prohibido en 1559, así como material publicado en 1620 de lo que pareciera ser una versión anterior. 9   Lo que es todavía más revelador, los escritos reflejan el primer espíritu milenarista de los franciscanos, la creencia según la cual "Dios está llenando los tronos en el cielo con Indios, de modo que no bien termine el mundo", abrazada por místicos franciscanos como Jerónimo de Mendieta.10  Sin embargo, mientras estudiaba material intrusivo escrito en los márgenes, Josie Caruso comenzó a sospechar que la fecha había sido agregada después del hecho, aunque algunos borrones sobre esa página hacen que esto no sea fácilmente distinguible. En el verano de 1999, Josie Caruso, Barbara MacLeod, la bibliotecaria Laura Holt y yo nos reunimos en la biblioteca del museo en Santa Fe para observar esto más de cerca, y decidir sobre los próximos pasos a seguir. Barbara MacLeod sugirió utilizar las marcas de agua para fechar el papel sobre el cual se escribió el manuscrito. Después de un poco de investigación, tuve la suerte de encontrar un experto en manuscritos mesoamericanos, David Szewczyk, de la Philadelphia Rare Book and Manuscripts Company (Compañía de Libros Raros y Manuscritos de Filadelfia). A partir de los dibujos de las marcas de agua preparados por Josie Caruso y de las convenciones ortográficas, él llegó a la conclusión de que la presente copia pudo haber sido hecha entre los años 1760 y 1780.  Según el Dr. Szewczyk, "El papel definitivamente corresponde a la época 1760-1780, y la escritura, en realidad letras de molde ("printing") es sin duda de la segunda mitad del siglo 18."11

Durante el año 2002-2003, recibí fondos de la Fundación para el Avance de los Estudios Mesoamericanos, Inc. (FAMSI), que me permitieron completar la transcripción y traducción del manuscrito. He escrito una introducción para cada sección, resumiendo sus contenidos e indicando rasgos estilísticos de importancia. Además, he dado una sinopsis de aquellos ejemplos que aparecen en los Discursos predicables de Coronel pero que fueron omitidos en el manuscrito, para facilitar la comparación de los dos textos. Veo mi trabajo como un estudio preliminar que puede estimular el interés de otros eruditos por abordar cuestiones pendientes.

Procedencia

En un esfuerzo por establecer la procedencia del manuscrito, Laura Holt, la bibliotecaria del museo, hizo un viaje a Filadelfia para estudiar los diarios de Sylvanus Morley en la biblioteca de la American Philosophical Society. No encontró ninguna mención de la adquisición de este libro por parte de Morley. Puede haber referencias a la historia del manuscrito entre los papeles de Morley, pero yo no he encontrado ninguna pista en las fuentes que tenía disponibles. El libro no lleva ningún sello oficial que indique un dueño anterior, lo cual sugiere que permaneció en manos privadas. Por el momento, la procedencia del manuscrito es desconocida.

Fecha

La fecha 1576 representa un punto de inflexión para la literatura religiosa en lenguas vernáculas, el maya yucateco incluido. En mayo de ese año, el Consejo General de la Inquisición en Sevilla envió una carta al Santo Oficio de la Inquisición en la Nueva España, ordenando "la supresión del manual Eclesiastés en la lengua de los indios, y toda otra sagrada escritura en dicha lengua o cualquier otra vernácula".12  En la sección que lleva por título "Sobre las Sagradas Escrituras", el autor del manuscrito ensalza los beneficios de la Biblia "para quienquiera que desee leerla, habiendo puesto todo su corazón en ello, no hay una sola cosa que haya sido ocultada" (ms. pág. 148).

En respuesta a su prohibición, en 1578 Diego de Landa aseguró a las autoridades que absolutamente ningún pasaje de las sagradas escrituras había sido traducido al maya yucateco: "En esta tierra no se a, hasta ahora, traduzido en la lengua de los naturales cossa alguna de la Sagrada scriptura".13  Landa admitió la existencia de sermones escritos a mano, "algunas sermones de mano" que él había reunido, y en los cuales había encontrado cosas que le desagradaron, "algunas cossas que me an descontentado". Según René Acuña, esta colección de sermones escritos a mano constituyó una fuente para el material que publicó Coronel en 1620 con el título de Discursos predicables.14

Coronel nunca declaró haber escrito los Discursos él mismo, sino que los reunió y corrigió los trabajos de los "religiosos doctos" y de "los padres antiguos". Curiosamente, no cita a ningún autor por su nombre, aunque el renombre de los franciscanos tan dotados para escribir en maya debió haber sido materia de registro sólo pocas décadas más tarde. En vez de ello, da como una de las razones para su publicación, que tales enseñanzas no deberían ser diseminadas "en cuadernos escritos a mano en los que se encuentran muchas mentiras".15

Un cuaderno escrito a mano por un autor nativo, recogido por Landa, muy bien pudo haber sido marcado con la fecha 1576, fecha después de la cual los escritos de ese tipo pasaron a ser problemáticos, una fecha que puede haber sido copiada del original en el manuscrito de la colección Morley.

El autor

Si el manuscrito resulta ser una copia de un original escrito en el siglo dieciséis, como creo, su autor muy bien puede haber sido Gaspar Antonio Chi' Xiu. Considerado como el maya más educado del siglo dieciséis, "el primer nativo que aprendió los idiomas español y latín", Gaspar Antonio presentó probanzas y recibió pensiones por escribir sermones para los franciscanos.16  Trabajó como maestro de escuela y maestro de coro en Tizimin alrededor de 1571.  En fecha tan avanzada como 1586, una copia de una post illa, un manual de oraciones, le fue confiscada a Gaspar Antonio por orden de la Inquisición,17  lo cual indicaría que todavía entonces escribía sermones. Si bien había trabajado como intérprete para Diego de Landa, Gaspar Antonio cayó en desgracia con Landa por ayudar al obispo Francisco de Toral, su rival. Ciertamente, Landa no tendría deseo alguno de reconocer a Gaspar Antonio Chi' Xiu como un autor, no importa lo útiles que pudieran ser sus escritos para los frailes que luchaban con el idioma maya. Durante este período, el clima dentro de la Iglesia comenzó a volverse contra la educación superior para los nativos, debido a las serias dudas que existían sobre la sinceridad de su conversión, lo cual tal vez llevó a Coronel a atribuir los escritos tomados de un cuaderno escrito a mano a "los padres antiguos", en lugar de un autor maya, educado y elocuente.

El interés de Sylvanus Morley por el linaje de Xiu lo llevó a armar un relato de 813 páginas sobre la historia de la familia, que todavía permanece inédito. Mientras investigaba para su libro, Morley revisó los archivos locales en Yucatán buscando documentos, y entrevistó a todos los descendientes vivos de la familia que pudo ubicar. Tal vez en sus búsquedas encontró el manuscrito, o le fue obsequiado por algún miembro de la familia Xiu. La teoría me parece atractiva, pero no tengo evidencia para apoyarla. Tampoco creo poder llegar a probar que Gaspar Antonio Chi' Xiu fuera el autor original del manuscrito. Por tratarse de una copia posterior, comparar escrituras a mano resulta imposible.

Transcripción y traducción

He usado un enfoque semi-paleográfico para la transcripción, tratando de mantenerme todo lo cerca que me fuera posible del original, considerando las limitaciones de una computadora. La C al revés usada para representar el sonido ts’ (en la moderna ortografía yucateca), la he representado como Dz. He omitido la sílaba guía al final de cada página que indica la primera palabra de la página siguiente. He preservado la puntuación original, que se asemeja a la puntuación de partes del Chilam Balam de Chumayel, que conocemos de una copia que está considerada más o menos contemporánea al manuscrito de Morley.

Me he impuesto tres objetivos para la traducción: reflejar los rasgos poéticos del texto maya, mantenerme lo más cerca posible del orden original de las palabras, y presentar una versión legible en inglés. El primer objetivo ha determinado mis elecciones en la disposición de las líneas.

He escrito con mayúscula los pronombres que se refieren a la deidad cristiana por dos razones. Primero, cualquier indicación de cuál personaje habla o actúa puede proporcionar un punto de referencia útil en un texto maya. Segundo, considero que las mayúsculas ponen de relieve las diferencias entre la comprensión del autor maya de la deidad cristiana, y otros tratamientos más familiares y ortodoxos del mismo material.

Notas Finales

  1. Carta, 7 de Julio, 1997.
  1. Véase texto VIII en L’Enfant Sage, de Walter Suchier. Dresden: M. Niemeyer, 1910, págs. 364-391.
  1. Clive Griffin, The Crombergers of Seville. Oxford: Clarendon Press, 1988, pág. 124. "The Inquisitorial ban on this sort of work was applied remarkably rapidly even in far-flung parts of the New World" (La prohibición de la Inquisición en cuanto a este tipo de obra fue aplicada en forma notablemente rápida inclusive en las partes más remotas del Nuevo Mundo).
  1. David Bolles ha compilado un Combined Dictionary-Concordance of the Yucatecan Mayan Language, con el apoyo financiero de FAMSI.
  1. En primer lugar, Diccionario de Motul Maya España atribuido a Fray Antonio de Ciudad Real, ed. Juan Martinez Hernandez, Mérida, Yucatán: Talleres de Compañía Tipográfica Yucateca, 1930 (abreviado CMM) y Bocabulario de maya than, ed. René Acuña. México: Universidad Nacional Autónoma de México 1993 (BMTV).
  1. Miguel Mathes, Santa Cruz de Tlatelolco: la primera biblioteca académica de las Américas. México: Secretaría de Relaciones Exteriores, 1982.
  1. En este contexto, estudio de gramática se refiere al estudio del latín. Véase AGI, Audiencia de México, leg. 2,999, citado por Lino G. Canedo en "Fray Lorenzo de Bienvenida, O.F.M. and the Origins of the Franciscan Order in Yucatan," (Fray Lorenzo de Bienvenida, O.F.M. y los Orígenes de la Orden Franciscana en Yucatán), Americas 8, 1952, pág. 504.
  1. Anne C. Collins, "The Maestros Cantores in Yucatán", en Anthropology and History in Yucatán, ed. Grant Jones. Austin: University of Texas Press, pág. 244.
  1. En base al uso de coplas semánticas paralelas en el manuscrito que fueron editadas de la publicación, por ejemplo, sanctocinabac – cilich cunabac a kaba, pasa a ser, en la versión de Coronel, simplemente sanctocinabac a kaba.
  1. John Leddy Phelan, The Millenial Kingdom of the Franciscans in the New World, Berkeley: Univ. of California Press, 1970, pág. 147.
  1. Correo electrónico, 14 de septiembre del 2001.
  1. Cita en ingles de Luis Nicolau D'Olwer, Fray Bernardino de Sahagún 1499-1590. Salt Lake City: University of Utah Press, 1987, pág. 79.
  1. Citado por René Acuña en "Escritos Mayas inéditos y publicados hasta 1578: testimonio del obispo Diego de Landa", Estudios de Cultura Maya Vol. XXI, México: UNAM, pág. 168. Acuña arroja una sombra de duda en cuanto a la veracidad de lo dicho por Landa, dado que el diccionario contenía pasajes de las escrituras como ejemplos, y que los sermones también debieran haber incluido dichos pasajes.
  1. "No cabe duda de que varios de los Discursos predicables publicados por fray Juan Coronel en 1620 procedían de este repositorio", pág. 169.
  1. "no adubiese en cartapacios manuscritos, donde se hallauan muchas mentiras"; citado en Arte en lengua de maya, ed: René Acuña, México: UNAM, pág. 47.
  1. Alfred M. Tozzer, ed. Landa’s Relación de las Cosas de Yucatan. Cambridge: Papers of the Peabody Museum, Vol. XVIII, 1941, pág. 45.
  1. Francisco Fernandez del Castillo, Libros y libreros en el siglo XVI en México: Archivo General de la Nación, pág. 325.

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