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La Etnoarqueología de la Producción de Sal en la Cuenca del Lago Cuitzeo, Michoacán, México
Introducción
La sal común (esto es, el cloruro de sodio) fue un recurso estratégico para la subsistencia humana en la antigua Mesoamérica. Al menos desde los comienzos de la agricultura, tanto en el Nuevo como en el Viejo Mundo, la sal ha estado siempre entre los elementos más importantes de intercambio. En el mundo preindustrial, la sal tuvo varios usos importantes aparte del papel que jugó en la dieta, especialmente en la conservación de la carne animal, como mordiente para fijar las tinturas de los textiles, como un medio de intercambio, y como un componente principal en la preparación de jabones y agentes limpiadores (Parsons 1994: 280).
Este estudio tiene que ver con la producción de sal en Simirao y Araró, dos pueblos ubicados dentro de la Cuenca del Lago de Cuitzeo, Michoacán, México (Figura 1). Este informe se refiere a la última temporada de trabajo de campo, que tuvo lugar entre febrero y junio de 2003. El presente análisis sigue una perspectiva etnoarqueológica, que está basada en la observación de las actuales técnicas y procesos de la elaboración de sal. El objetivo radica en aportar datos y puntos de vista que servirán de ayuda en la interpretación del registro arqueológico, y en entender cómo se hacía la sal en tiempos prehispánicos.
Los objetivos principales de este estudio son documentar los procesos técnicos y el material cultural asociado con la elaboración contemporánea de sal en el área de estudio, en particular los instrumentos y elementos usados por los productores de sal y su visibilidad arqueológica, y determinar la importancia de la sal para el desarrollo cultural de la Cuenca del Lago de Cuitzeo en la antigüedad.
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