John Pohl, LOS CÓDICES MESOAMÉRICA
de John Pohl

SITIOS ARQUEOLÓGICOS PRINCIPALES: del PreClásico al PosClásico

CHICHÉN ITZÁ  (alrededor de 750 a 1200 d.C.)

A lo largo del Clásico Tardío, el control político de la península de Yucatán fue dividido entre una constelación de centros Puuc incluyendo Edzná, Sayil, Labná, Kabáh, y Uxmal en el oeste y una ciudad-estado metropolitana en el este llamada Cobá.

Entonces durante el noveno siglo, emergió un nuevo competidor en la llanura central en Chichén Itzá. Tomando ventaja de la diminuta influencia de Cobá, la gente de Chichén Itzá se había aliado con comerciantes marinos que recorrían las aguas de la costa del norte. Por el alba del PosClásico alrededor de los 900 d.C., ellos crearon la confederación más poderosa que el mundo maya había conocido.

A pesar de un siglo de excavaciones y restauraciones, Chichén Itzá permanece enigmática. Mientras que muchos de sus edificios anteriores fueron construidos en estilo Puuc, posiblemente bajo la influencia de Uxmal; más tarde con la incorporación de comerciantes costeros trajo innovaciones radicales de un lugar muy improbable – Tula, la capital Tolteca del siglo X, localizada a 700 millas al oeste en la cuenca de México. Qué pudo haber sucedido para tal intercambio de larga distancia en simbolismo religioso y político? Las interpretaciones más recientes dan énfasis a un intercambio mutuo a través del comercio y la religión para explicar la propagación de la élite del arte y la arquitectura. Parece que los toltecas de México Central pudieron haber tenido éxito en el desarrollo especial de un monopolio a larga distancia con los mayas yucatecas introduciendo un nuevo culto dedicado al dios de la serpiente emplumada conocidos por ellos como Quetzalcoatl (Serpiente Emplumada) y a los mayas como Kulkulcan. La influencia tolteca en la cultura de los rituales chichén se dio por consiguiente a través del intercambio mutuo y no a través de la conquista. Cualquiera que hayan sido los factores que jugaron un papel en su fundación, el legado de Chichén Itzá ha durado más que sus tres siglos como un centro político. Abandonado en el siglo XIII, las ruinas continúan representando solidaridad cultural a la gente maya en la cara de la supresión exterior, incluso en tiempos históricos recientes.

Imagen - Figura 34

Durante los días que rodean el equinoccio vernal, el sol golpea la esquina del Castillo de tal manera que proyecta una sombra en la escalera del norte, transformando la serpiente encabezada balaustrada en una ondular, serpiente cascabel con dorso de diamante. Haga clic en la imagen para más detalles.

Imagen - Figura 35

El Templo de los Guerreros con su pared adornada de máscaras "Chaak" y columnas en forma de serpiente emplumada es una extraordinaria fusión del maya nativo puuc y el diseño tolteca de México Central. Haga clic en la imagen para más detalles.

Imagen - Figura 36

Hay más que una simple influencia tolteca incorporada dentro del arte de Chichén Itzá. Los relieves de la corte de pelota describen a capitanes doblándose de rodillas ante las pelotas de caucho adornados con cráneos reflejando un estilo más típico que El Tajín, Veracruz. Haga clic en la imagen para más detalles.

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